JAÉN, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Unidad de Radiofísica del Complejo Hospitalario de Jaén prepara al año más de 1.600 dosimetrías clínicas para pacientes que precisan radioterapia a través de un proceso denominado dosimetría clínica, por el cual se diseñan los tratamientos radioterapéuticos y se calcula la dosis depositada en el PTV --volumen tumoral planificado-- y en los órganos sanos del paciente que se encuentran alrededor del citado volumen.
El objetivo de la dosimetría clínica es conseguir que la distribución de dosis se conforme o se ajuste al volumen tumoral lo máximo posible, depositando en el tumor la dosis prescrita por el radioterapeuta, minimizando la dosis en los órganos o tejidos sanos, tratando de evitar los posibles efectos secundarios debidos a la radiación.
Para ello, los radiofísicos y los técnicos dosimetristas utilizan un sistema de planificación, compuesto de varios ordenadores y periféricos, que a grandes rasgos se puede ver como un sistema cuya entrada son las características anatómicas de los pacientes y las características físicas de las unidades de tratamiento y cuya salida son los parámetros de las unidades de tratamiento con los cuales se ha de tratar para conseguir el objetivo de la dosimetría.
Al paciente se le realiza un TAC de simulación en la posición de tratamiento, estableciendo en él un sistema de referencia --tatuajes--, para que sea reproducible durante todo el tiempo que dure su tratamiento. Se transfieren todas las imágenes del TAC al sistema de planificación, en las cuales se dibujan el PTV o los PTV --volumen tumoral planificado-- y los órganos de riesgo del paciente. El radioterapeuta prescribe la dosis que se debe administrar al volumen tumoral y las dosis máximas tolerables en los órganos de riesgo.
Una vez realizado esto, los técnicos dosimetristas y los radiofísicos diseñan el plan de tratamiento para conseguir los objetivos prescritos por el radioterapeuta, utilizando las posibles configuraciones de las unidades de tratamiento --mesa, gantry, colimador, multiláminas, cuñas, campos, tiempo de irradiación, etcétera-- obteniendo los parámetros del tratamiento.
Una vez aprobado el plan de tratamiento por el radiofísico y por el radioterapeuta, se procede a la exportación de todos los datos del tratamiento a las unidades, imprimiéndose un resumen con los datos más importantes de la dosimetría, con lo que el paciente podrá empezar su tratamiento.
La Unidad de Gestión Clínica de Radiofísica tiene el compromiso de obtener las dosimetrías clínicas de los pacientes en el plazo máximo de una semana, desde la fecha de prescripción del radioterapeuta, para minimizar el tiempo de espera entre la simulación del tratamiento y éste.
En el inicio o puesta en marcha de los tratamientos, tanto el radiofísico como el radioterapeuta están presentes, para verificar que el tratamiento administrado coincide con el tratamiento planificado (dosimetría clínica), realizándose, además, comprobaciones periódicas durante todo el tratamiento.
Junto a esta labor, la Unidad de Radifísica es la encargada de planificar las dosimetrías físicas, para proporcionar el conocimiento preciso de todos los parámetros y características físicas de los haces de radiación ionizante y fuentes radiactivas, del control de calidad de los equipamientos y la protección radiológica.
