Condenado un indigente por apuñalar a un agente y golpear a una trabajadora del albergue municipal

Actualizado: viernes, 11 abril 2014 18:08

SEVILLA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cuatro años y medio de cárcel a un indigente que apuñaló a un policía nacional y propinó un puñetazo a una trabajadora del albergue municipal después de que ésta le comunicara que no quedaban plazas libres.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial condena al acusado, N.D., a cuatro años y seis meses de prisión por un delito de homicidio intentado en concurso con un delito de atentado, y al pago de una multa de 180 euros por dos faltas de lesiones, aplicando en ambos la eximente completa de trastorno mental.

El tribunal considera probado que los hechos tuvieron lugar sobre las 18,15 horas del 1 de julio de 2012, cuando el acusado, de nacionalidad alemana, se dirigió al albergue municipal denominado 'Centro de baja exigencia para personas sin hogar', ubicado en el Paseo Rey Juan Carlos I de Sevilla, y solicitó una plaza.

Como quiera que una empleada le manifestó que no quedaban, aunque sí podía ducharse y cenar, el imputado le dijo 'que sepas que hoy te voy a matar', para momentos después "y con la clara intención de menoscabar" su integridad física, propinarle un puñetazo a la altura del rostro que le ocasionó un traumatismo facial y la rotura de un diente.

Avisada la Policía, esta se personó en el albergue, pero el acusado, lejos de atender sus indicaciones, cogió una piedra de grandes dimensiones y la lanzó contra los mismos, alcanzando a un agente en el pie.

Asimismo, y cuando el acusado estaba siendo reducido por los funcionarios, el acusado sacó un cuchillo "de forma sorpresiva" que tenía escondido debajo del brazo y, "con la clara intención de acabar con su vida", apuñaló a uno de los policías en la zona torácica, atravesando la camiseta reglamentaria.

La hoja del cuchillo no llegó a introducirse en el cuerpo del agente al llevar éste puesto sus vestimentas y de forma camuflada un chaleco antibalas compacto, por lo que de no haber tenido puesto este su vida "habría corrido grave peligro".

El acusado padece esquizofrenia paranoide y es drogodependiente por consumo de heroína y cocaína, con inicio de consumo a principios de los años 80, a lo que se suma que es consumidor dependiente de alcohol, lo que "mermaba considerablemente sus facultades de entender y querer".

En el juicio, el imputado reconoció haber cometido los hechos, lo que motivó que el fiscal y su defensa renunciasen al resto de las pruebas propuestas y admitidas.