TORRELAVEGA, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
Oscar Lucas Villanueva ha ganado el Premio de Historia Regional 'Manuel Teira', que concede cada dos años el Ayuntamiento de Torrelavega, con su trabajo sobre el comercio internacional a través del Puerto de Laredo. El premio está dotado con 3.000 euros y la publicación del trabajo, que siempre debe ser inédito.
La alcaldesa de Torrelavega, Lidia Ruiz Salmón, ha entregado a Oscar Lucas el cheque con la dotación del premio en el transcurso de una rueda de prensa en la que han participado también la concejala de Cultura, Juncal Herreros, y los miembros del jurado Roberto López Vela, Manuel Suárez Cortina y Enrique Campuzano.
Para la alcaldesa, ha destacado el "prestigio y solera" de este certamen, "un premio de referencia al que cada vez se presentan más personas con trabajos de mayor calidad y de toda la geografía española", ha remarcado.
Herreros por su parte ha indicado que este premio "nos permite avanzar en los estudios de historia de nuestra comunidad autónoma, y ahondar en aspectos que tiene que ver con las raíces de nuestra tierra".
Por su parte, Campuzano ha reconocido que la decisión del jurado ha sido "difícil" ya que había trabajos de "enorme calidad", porque la mayor parte son tesis doctorales. Así, ha calificado la presente edición de "brillante", y al trabajo ganador como "el más elaborado y el más documentado de todos los presentados".
"Oscar Lucas analiza lo que pasaba en Cantabria hace 500 años, a través del Puerto de Laredo, y ha logrado crear una película, con escenas de toda la economía en la época de Felipe II, que viene a llenar un vacío que existía en la historiografía regional", ha argumentado.
Por su parte, el autor del trabajo ganador, que compatibiliza su trabajo como docente y su labor de investigación ha reconocido que este premio es "muy importante" para él, porque culmina muchos años de investigación, producto de una tesis doctoral.
Lucas ha afirmado que ha sido un reto muy "enriquecedor e ilusionante", ya que la documentación utilizada, la correspondencia comercial, ofrece una visión "muy viva y muy real de cómo vivía aquella gente en el siglo XVI", y permite conocer aspectos que "pueden parecer insignificantes pero que a muchos nos parecen muy interesantes", como lo que comían y pensaban las personas de esa época, o incluso lo que soñaban".
