SANTANDER, 29 May. (EUROPA PRESS) -
Vecinos, grupos políticos, entidades y asociaciones solicitaron hoy la retirada de las vallas del Parque Mendicouague, cerrado desde hace ocho meses y en el que se quiere construir un aparcamiento subterráneo cuyas obras aún no se han iniciado.
Residentes del barrio se concentraron en las inmediaciones del parque y suscribieron un manifiesto en el que solicitan la retirada de las vallas que cierran el recinto, en una protesta realizada en un ambiente festivo.
Así, la reivindicación estuvo amenizada con música y los niños realizaron dibujos alusivos a la situación del parque. Muchos vecinos iban ataviados con camisetas verdes y en las pancartas que portaban los vecinos podían leerse frases como "Retirada de vallas" "Parque, si" o "Vallas fuera", entre otras.
En el transcurso de la concentración se dio a conocer un manifiesto suscrito por el Grupo Municipal Regionalista de Santander, el Grupo Municipal Socialista de Santander, Juventudes Socialistas de Santander, el Partido Socialista Obrero Español de Santander, Izquierda Unida de Santander, la Asociación para la defensa de los recursos naturales de Cantabria (ARCA), Ecologistas en Acción de Cantabria, Comisiones Obreras de Cantabria, Regüelta, Abora y la Asociación cívico vecinal Parque Mendicouague.
En el manifiesto se solicita al Ayuntamiento de Santander que se retiren las vallas que impiden el acceso al parque y que se restablezcan las condiciones para su uso, puesto que "no hay motivo alguno para seguir prolongando una situación que se viene manteniendo desde el mes de octubre de año pasado y que impide disfrutar de un bien colectivo a vecinos y ciudadanos de Santander".
"El tiempo ha ido pasando y no ha comenzado ninguna obra ni hay perspectivas de que pueda comenzar, pero el parque sigue cerrado con vallas, lo que impide el acceso de los vecinos al mismo", lamentan, y recuerdan que el parque es "un elemento de cohesión social en la zona que fomenta la interacción entre los vecinos de los barrios que lo rodean ofreciendo un lugar de encuentro entre ellos".
A su juicio, la permanencia de las vallas en las actuales circunstancias supone "un gesto de abuso, castigo y desconsideración por parte del Ayuntamiento hacia los vecinos de la zona".
Y esto lo ven así porque "las vallas no sólo privan del uso del parque a muchas personas, la mayoría niños y ancianos, sino que además suponen un entorpecimiento y un peligro para el movimiento de peatones y vehículos en la zona".
