Cañizares lamenta que el laicismo esencial y excluyente intente erradicar "nuestras raíces cristianas más propias"

Actualizado: domingo, 11 mayo 2008 20:40

TOLEDO, 11 May. (EUROPA PRESS) -

El cardenal arzobispo de Toledo y Primado de España, monseñor Antonio Cañizares, lamentó hoy que el laicismo esencial y excluyente "que se pretende imponer a nuestra sociedad" intente erradicar "nuestras raíces cristianas más propias y nuestro patrimonio y principios morales que nos caracterizan como Occidente sustituyéndolas por la dictadura del relativismo".

Cañizares que presidió la Santa Misa en la Catedral Primada, afirmó que "nos hallamos inmersos en una gran revolución cultural, gestada durante bastante tiempo antes. Desde hace unos decenios estamos asistiendo en todo el Occidente a una profunda transformación en la manera de pensar, de sentir y de actuar".

En este sentido, apuntó que "se ha producido y pretendido consolidar una verdadera revolución que se asienta en una manera de entender al hombre y al mundo, así como su realización y desarrollo, en la que Dios no cuenta, por tanto, al margen de Él, independiente de Él. El olvido de Dios o el relegarlo a la esfera de lo privado es, a mi juicio, el acontecimiento fundamental de estos tiempos".

"Esto es lo que está detrás del laicismo esencial y excluyente que se pretende imponer a nuestra sociedad; no se trata de la legítima laicidad donde se afirma la autonomía del Estado y de la Iglesia o de las confesiones religiosas. Se trata de edificar la ciudad secular, construir la ciudadanía, crear una sociedad en la que Dios no cuente para ello, enraizando, por eso, en todo y en todos una visión dominante del mundo", agregó.

Prosiguió diciendo que "este laicismo que se impone es un proyecto cultural que va al fondo y conlleva en su entraña erradicar nuestras raíces cristianas más propias y nuestro patrimonio y principios morales que nos caracterizan como Occidente sustituyéndolas por un cientifismo, o por una razón práctica instrumental, o por un relativismo ético, que a corto o medio plazo se convierte, en expresión de Benedicto XVI, en la dictadura del relativismo".

Asimismo, afirmó que "no hay ya derecho, sino derechos que se crean y se amplían según la decisión de quienes tienen el poder para legislar. La realidad misma, que de suyo se impone a nosotros porque es antes que nosotros, y la tradición, sin la cual no somos, no deberían contar en esta nueva mentalidad. Se pierde o se hace olvidar la memoria de lo que somos como Occidente dentro de la gran tradición que nos constituye".

"En esta mentalidad, sin verdad, sin tradición, sin memoria, afirmó Cañizares-- parece que lo que debería contar es lo que ahora decidamos o decidan por nosotros. Todo depende de la decisión, de la libertad, una libertad omnímoda porque, como alguien muy claro exponente de esta revolución ha dicho: será la libertad la que nos hace verdaderos".