VALLADOLID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El pasado miércoles, el consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey, criticó la decisión del Ayuntamiento de Valladolid de renombrar la calle Monasterio de Nuestra Señora de Prado --donde se asienta el convento homónimo, sede de la Consejería que dirige-- como vía del Real Valladolid, dada la historia que, según defendió, atesora este edificio.
Fue en la primera mitad del siglo XV cuando la comunidad jerónima se instaló a orillas del Pisuerga, en un emplazamiento en el que antes se levantaba una ermita en honor a Nuestra Señora del Prado, lo que determinó el nombre del nuevo monasterio. Por disposición de los Reyes Católicos, años después de su fundación se instaló en él una imprenta donde se imprimieron las Bulas de Cruzada, a lo cual debe su nombre el Claustro de Bulas.
Después de sufrir daños durante la Guerra de la Independencia y el Trienio Liberal (1820-1823) en 1835 el conocido como 'Escorial vallisoletano' se vio afectado por el proceso de desamortización de bienes de la Iglesia a manos del Estado, que se convirtió en propietario del mismo.
Tras ello, en 1899 pasó a ser sanatorio psiquiátrico provincial --antes había servido también como prisión--, función que mantuvo hasta mediados de la centuria siguiente. Una vez que cesó en esta actividad, se vio sumido en el abandono hasta que fue rehabilitado por la Diputación de Valladolid, que lo cedió posteriormente para convertirlo en una de las sedes de la Junta de Castilla y León, la cual completó los trabajos de restauración. Actualmente alberga las consejerías de Educación y de Cultura y Turismo.
En junio de 1997, la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción concedió el Premio de Rehabilitación Arquitectónica correspondiente al periodo 1992-1996 al equipo de arquitectos que intervinieron en la restauración del llamado patio de Praves.
