Advierte de que la precariedad laboral es "enemiga" de la formación de los trabajadores y reclama un marco que ofrezca "más estabilidad"
VALLADOLID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El exministro de Trabajo e Inmigración Valeriano Gómez ha alertado este jueves de la situación en que se encuentra el sector de la formación para el empleo, con muchas empresas que han desaparecido durante la crisis y otras que han visto reducido ampliamente su tamaño, al tiempo que ha advertido de que "no basta" con recuperar las partidas presupuestarias para este concepto por parte de las administraciones públicas, sino que es preciso dotar de "estabilidad" al colectivo para que no perder la infraestructura formativa.
Durante la presentación en Valladolid del informe 'La formación para el empleo en España: propuestas para consolidar un sistema de formación para el empleo de calidad, eficiente, competitivo y profesionalizado', Gómez ha puesto como ejemplo el caso de Castilla y León, donde durante la crisis se ha pedido "alrededor de la mitad" del tamaño del conjunto de las empresas del sector, de tal modo que "aunque la Junta quisiera recuperar los fondos para este concepto, no podría porque no habría infraestructura suficiente".
Por ello, ha llamado a "proteger al sector", pues ha recordado que este servicio se presta fundamentalmente por empresas privadas, y ha situado como elemento clave la "estabilidad", tanto económica como normativa, sin renunciar a un control "estricto" en el manejo de fondos públicos, pero que evite grandes "vaivenes" de un año para otro, en línea con el modelo existente con la enseñanza concertada, una tarea que ha encargado tanto al Gobierno central como a las comunidades autónomas.
En cuanto al impacto de la crisis económica, ha reconocido que "cada vez se gasta menos" en formación para el empleo, cuando sin embargo "debería invertirse más", algo en lo que ha responsabilizado también a las empresas para después revelar que en aquellas de menos de 100 trabajadores está descendiendo esta formación.
Sobre ello, ha reclamado un papel más activo de las administraciones para favorecer que empresas y trabajadores recurran a esta herramienta, al tiempo que ha sugerido que una parte de las cotizaciones de los empleados se destine a sufragar su formación, un "derecho" reconocido en el Estatuto de los Trabajadores que el exministro considera incluso como una "obligación" que beneficia a ambas partes.
"ENEMIGA DE LA FORMACIÓN"
Asimismo, ha señalado la precariedad laboral consecuencia de la crisis como un "enemigo" de la formación para el empleo, por lo que ha apostado por reducir la rotación de puestos de trabajo y ha defendido una mayor calidad en los puestos de trabajo, antes de concluir que "hay mucho por hacer" de cara a los próximos años.
Este informe, presentado anteriormente en otras ciudades como Madrid o Sevilla, ha sido elaborado por el exministro con la colaboración de organizaciones profesionales del sector de las empresas prestadoras de servicios de formación para el empleo, como Aegef, Anced, Cecap y CECE.
