BARCELONA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona ha confirmado las penas a los seis jugadores del club de fútbol de tercera regional Bada Bing impuesta por un juzgado de Barcelona de hasta seis años y nueve meses al considerar que cometieron delitos de lesiones graves, amenazas, coacciones, desórdenes públicos y daño moral, y ha desestimado los recursos presentados.
En su sentencia, el titular del Juzgado penal número 22 de Barcelona expuso que el móvil principal de la agresión a los jugadores del Rosario Central el 10 de enero fue el racismo. Además de las penas de prisión, debían indemnizar al Rosario Central con un total de 18.420 euros por daños morales y físicos.
El juez consideraba que la agravante de motivos racistas ha quedado "más que justificada" en los numerosos insultos producidos durante el partido, sobre todo durante la segunda parte en la que la acción de diversos jugadores del Bada Bing se dirigía sobre todo a "menospreciar" la nacionalidad de los contrarios.
El tribunal condenó a Valentín M.G. a seis años y nueve meses de prisión y 18 días de localización permanente, divididos en tres años y seis meses por lesiones graves, un año y seis meses por amenazas con agravante de motivos racistas, un año y cuatro meses por coacciones, cinco meses por desórdenes públicos y 18 días por falta de lesiones.
También condenó a su hermano Israel M.G. a un total de seis años de prisión y 9 días de localización permanente, que se dividen en cuatro años y tres meses por lesiones graves, un año y cuatro meses por coacciones, cinco meses por desórdenes públicos y 9 días por falta de lesiones.
El juez impuso una pena de tres años y tres meses a Jonathan P.F., tres años y tres meses a José Luis E.S., dos años y once meses a Carlos R.G. y dos años y un mes a Efrem S.S., jugador y presidente del club. La sentencia absolvió a David L.R., por no quedar probada su participación en la pelea.
La Fiscalía solicitó penas de entre dos y seis años de prisión para los siete futbolistas del Bada Bing que presuntamente agredieron a los jugadores del Rosario Central de Catalunya durante el partido disputado el 9 de enero en un campo municipal del distrito de Sant Martí de Barcelona.
