BARCELONA, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona, que desde inicios de mandato trabaja para aumentar la generación de energía renovable en la ciudad, ha anunciado que pondrá en marcha próximamente dos placas fotovoltaicas en las medianeras del Pont de la Marina y de los jardines de Josep Goday, que se suman a las diez placas existentes y que en total registran un aumento del 30% en generación de energía solar renovable.
En declaraciones a los medios este viernes, el concejal de Presidencia, Agua y Energía del Ayuntamiento, Eloi Badia, ha dicho que el consistorio también está trabajando el proyecto ejecutivo de tres placas más que corresponden a los edificios de Betevé, en la plaza Gaudí y en la de las Dones del 36, y que Barcelona aspira a hacer una transición hacia "la soberanía energética" y quiere crear su propio futuro energético mediante una producción limpia y renovable.
Asimismo, ha explicado que el Ayuntamiento ha puesto en marcha el Programa de impulso a la generación de energía solar que "permite el desarrollo de instalaciones de generación solar en la ciudad sobre edificios y en el espacio público existente", sea privado o público y mediante inversiones de ambos tipos, ha añadido.
Barcelona dispone, a día de hoy, de diez fachadas y paredes generadoras de energía solar y tiene en proyecto cinco espacios más, unas iniciativas que persiguen el objetivo de demostrar que "es posible integrar arquitectónicamente una instalación de este tipo", ha afirmado.
El Institut Municipal de Paissatge Urbà i Qualitat de Vida y la Agència d'Energia de Barcelona trabajan conjuntamente --en el marco del Plan de remodelación de medianeras-- para identificar, en edificios privados, oportunidades de paredes que tengan potencial para la generación de energía eléctrica solar.
En estos casos, la inversión es "principalmente pública a pesar de tratarse de actividades sobre edificios privados", y Badia ha asegurado que no supone ningún coste para los vecinos.
LA ENERGÍA GENERADA
La energía que se deriva de estas placas en algunos casos se inyecta directamente a la red eléctrica de la compañía, en otros están conectadas en modo autoconsumo a los edificios, y en otras ocasiones la instalación está conectada a un sistema de baterías que permite alimentar consumos próximos a la instalación, como a la iluminación pública de las calles.
Badia ha manifestado que actualmente las placas no pueden ser de autoconsumo para los vecinos porque "existe una limitación por parte del marco estatal, que impide instalar una placa para que distintas comunidades de vecinos puedan consumir la energía generada".
Ha añadido que si se cambia la ley y el Estado regulariza los marcos existentes y legales para permitir el autoconsumo, será posible que las placas beneficien a los usuarios y, al mismo tiempo, puedan abastecer energía de consumo público.
