Foto: EUROPA PRESS
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BARCELONA, 26 May. (EUROPA PRESS) -
El centro 'okupa' de Can Vies, ubicado en los números 40 y 42 de la calle Jocs Florals del barrio barcelonés de Sants, ha sido ya parcialmente derribado.
Así lo ha informado en un comunicado Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), propietaria del edificio.
El derribo ha empezado después del desalojo, instado por orden judicial, que ha empezado a las 13 horas de este lunes y ha finalizado poco antes de las 19 horas, después de que los Mossos d'Esquadra lograran evacuar a los 12 activistas que se habían encadenado o parapetado tras un muro de hormigón con bombonas de butano.
TMB ha señalado que las personas que ocupaban el edificio "de forma ilegítima" sabían desde hacía algunos meses que debían abandonarlo.
Ha subrayado que el desalojo y derribo se ha hecho después de que el largo proceso judicial estableciera "de manera firme e incuestionable" que el derecho de propiedad de esta finca correspondía a TMB.
EDIFICIO EN MAL ESTADO
Ha argumentado que el objetivo del proceso judicial impulsado por la empresa pública barcelonesa ha sido recuperar la posesión efectiva de esta propiedad y "evitar daños a los ocupantes y a los vecinos" al tratarse de una edificación en mal estado, por lo que se ha iniciado el derribo inmediatamente después del desalojo.
TMB ha sostenido que "no ha pretendido en ningún momento obtener un provecho o rendimiento inmobiliario del solar", ya que la gran mayoría de la superficie está afectada por el planeamiento urbanístico vigente y no es edificable.
Ha añadido que el terreno se pondrá a disposición de la ciudad para desarrollar el planeamiento existente y completar la urbanización del entorno de las vías férreas de Sants y la estación de metro de Mercat Nou.
El edificio, que es propiedad de la empresa de Metro de Barcelona desde 1925, quedó sin uso y a punto de derribarse en los años 90, a causa de las afectaciones por las obras de transformación del corredor ferroviario de Sants.
Después de ser ocupado en 1997, TMB instó el desalojo por diferentes vías, hasta que la Audiencia de Barcelona sentenció favorablemente en 2012; la sentencia fue firme en enero pasado, cuando el Tribunal Supremo desestimó un recurso presentado por los ocupantes.
