BARCELONA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Plan municipal Barcelona Interculturalidad apostará por que los comercios regentados por inmigrantes se disgreguen por toda la ciudad y no estén concentrados, para evitar que se estigmaticen unas zonas donde las tiendas estén concentradas.
El Comisionado del Alcalde para la Inmigración y el Diálogo Intercultural, Daniel de Torres, dijo en rueda de prensa que es importante que las plantas bajas se abran a la calle, que haya mezcla de culturas, y, sobre todo, que se hagan "diferentes usos" de estos espacios, ya que contribuyen a la interacción.
Esta es la primera estrategia global de ciudad para la convivencia en la diversidad, y se estructura en 10 ejes, 30 objetivos y 90 medidas; entre ellas, la creación de mesas de convivencia; la programación intercultural de 40 centros cívicos de la ciudad, y el incremento de cursos de catalán para recién llegados.
APROVECHAR EL TEJIDO SOCIAL
El Plan es el resultado de un proceso participativo de más de un año en que han intervenido más de 3.000 personas y 259 entidades. Según manifestó el alcalde, Jordi Hereu, este es un objetivo que "afecta a todos", y el "magnífico" tejido social de la ciudad es el "gran aliado para tirar este proyecto adelante".
Al preguntársele sobre el 21,2% de barceloneses que consideraron, en el proceso participativo, que el aumento de inmigrantes en un 13,5% en diez años es una pérdida y una amenaza, Hereu contestó que "este 20% es un 20%, no un 80%", y añadió que hay que generar espacios de debates para eliminar los rumores y estereotipos.
