BARCELONA, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de C's y candidato a la Generalitat, Albert Rivera, ha acusado este martes al conseller de Interior, Joan Saura, de trasladar la culpabilidad y levantar la sospecha sobre el cuerpo de los Mossos d'Esquadra con la aprobación del Código Ético, que no cuenta con el respaldo de los sindicatos de la policía catalana.
El candidato, que ha visitado el mercado barcelonés de la Mercè, en Nou Barris, ha criticado que el Código responde a "la etapa Saura", donde, a su juicio, se han dado filtraciones desde algunas comisarías que han puesto en entredicho al Cuerpo, aunque ha insistido en que no se puede caer en la generalización.
"No podemos hacer una regla de culpabilidad sobre todos los mossos", ha insistido, asegurando que, en general, hacen un buen trabajo, por lo que encuentra innecesario el código cuando ya hay reglas suficientes, delitos regulados y reglamentos de conducta que pueden suspender o expusar a los "garbanzos negros del cuerpo".
"Saura ha hecho muy mal trabajo, porque no ha sabido dirigir la policía y ha estampado una sospecha generalizada sobre un cuerpo reltivamente joven, en lugar de dar apoyo a su formación y ofrecerles respaldo político", ha incidido.
PRISAS EN EL DESPLIEGUE
Rivera ha sostenido que el despliegue de la policía catalana se ha hecho con prisas, por lo que ahora faltan efectivos, y ha asegurado que no es partidario de su repliege sino de poner pausa a la hora de dejar de contar con el resto de cuerpos.
Para el candidato, este despliegue atropellado de la policía catalana se ha traducido en una falta de agentes, y ha sostenido que, a día de hoy y hasta que se acabe de hacer el despliegue, se debería contar con las policías locales, la Policía Nacional y la Guardia Civil.
"La falta de agentes se demostró en las nevadas, cuando para cubrir toda la zona de la Costa Brava, con 180.000 habitantes, contaron con tres patrullas" de Mossos, ha explicado el candidato, que acusa también a Saura de tener una visión desfasada de la policía del siglo XXI al contemplarla como una policía de los años del franquismo, cuando su trabajo es velar por la seguridad ciudadana.
Por eso, ha querido trasladar el debate de inseguridad hacia el incremento de agentes y la instalación de cámaras de videovigilancia en las zonas donde sea necesario para acabar con la reincidencia --en lugar de identificarlo con el color de la piel o el lugar de origen de los transgresores de la ley como, a su juicio, hacen algunos--, ya que "esa la garantía de que los ciudadanos se sientan seguros".
