MADRID, 19 Jun. (CHANCE) -
La Reina Máxima de Holanda no está pasadando por su mejor momento. Hace tan solo dos semanas se supo la trágica muerte de su hermana pequeña Inés Zorreguieta de 33 años, quien fue hallada muerta el pasado 6 de junio en su domicilio.
La dura noticia hizo que la Reina cancelase toda su agenda para volar a Argentina a darle su último adiós a su querida hermana, donde Máxima conmocionada y desolada estuvo arropada por toda su familia.
Sin embargo, este martes la argentina ha reanudado todas las actividades que tenía programadas. La esposa del Rey Guillermo ha preferido retomar su actividad oficial lo antes posible visitando la inauguración del Centro de Terapia de Protones del Hospital Universitario de Gronigen, primer centro en los Países Bajos en ofrecer terapia de protones.
Es el primer acto de Máxima desde su regreso a Buenos Aires donde estuvo consolándose junto a su madre María del Carmen Cerruti y sus hermanos.
La Reina ha intentado volver a la vida mediática y sus responsabilidades, pero no ha podido contener las lágrimas en los ojos y recordar a Inés: “Estoy contenta de recuperar mi agenda en este centro, que tanto significa para las personas que padecen cáncer. Personas que están enfermas, pero que no pierden la esperanza de curarse. Mi pequeña, dulce y talentosa hermana Inés también estaba enferma. Era incapaz de encontrar la alegría y desafortunadamente no pudo curarse. Nuestro consuelo es pensar que por fin encontró la paz”.
Máxima ha agradecido todo el apoyo que le ha brindado su pueblo ante su reciente pérdida: “Quiero aprovechar la ocasión para agradecer las innumerables cartas de pésame recibidas estos días. Han sido de mucha ayuda. También quiero dar las gracias a los medios de comunicación por respetar el dolor de nuestra familia”.
A pesar de vivir en distintos continentes, Máxima siempre había tenido una muy buena relación con su hermana. Inés fue la dama de honor en su boda y la madrina de su hija menor, Ariane.
