Las estrellas se distribuyen en los cúmulos mucho antes de brillar

Nebulosa de la Pipa
IAA-CSIC
Actualizado: martes, 19 junio 2018 13:41

   MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La distribución de las estrellas en un cúmulo viene dictada por la densidad de los núcleos preestelares primigenios, y se produce mucho antes de que las estrellas comiencen a brillar.

   El análisis de la nebulosa de la Pipa, una región de formación estelar muy temprana, --por científicos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y el Instituto de Astronomía de México--, ha permitido confirmar que la densidad de los núcleos preestelares determina la geometría de los cúmulos.

   La formación de las estrellas aún se considera un problema abierto, especialmente en lo que se refiere a las condiciones iniciales que llevan a una gran nube de gas a desgajarse en fragmentos, o núcleos preestelares, que formarán estrellas. Ahora, científicos han confirmado que la densidad de estos núcleos determina la formación de las estrellas. Los resultados se publican este martes en 'Monthly Notices of the Royal Astronomical Society'.

   "Los astrónomos manejamos ciertas constantes que predominan en la formación de estrellas", señala el investigador del IAA-CSIC que encabeza el estudio, Emilio J. Alfaro. "Por ejemplo, el número de estrellas por intervalo de masa en un cúmulo sigue una función muy bien definida, que no parece variar incluso entre galaxias cercanas; también vemos que las estrellas más masivas están concentradas en el centro de los cúmulos muy jóvenes, y más cerca unas de otras que las estrellas de menor masa, lo que llamamos segregación espacial por masa", explica en un comunicado.

   El proceso de formación de las estrellas comienza con el colapso gravitatorio de una nube de gas fría y masiva. La materia en el interior de la nube no se distribuye uniformemente, sino que forma estructuras similares y transitorias (algo parecido a las nubes de vapor de agua de la atmósfera terrestre), representativas de un equilibrio de fuerzas en el gas.

   Cuando se rompe el equilibrio, las zonas más densas y masivas de la nube comienzan a contraerse, acumulando materia de los alrededores y dando lugar a los núcleos preestelares. Si en estos núcleos la gravedad vence a la presión del gas, pronto se observan protoestrellas, que comenzarán a generar reacciones nucleares en su interior y a evolucionar hacia la fase de estrella adulta. Una vez que las estrellas han nacido, la gravedad gobierna la evolución dinámica y la distribución espacial de las estrellas.

   "Conocido el escenario general, surgen varias preguntas", indica Alfaro, como es cuándo tiene lugar la segregación espacial, si está asociada a la evolución dinámica de las estrellas recién formadas o, por el contrario, tiene un carácter primigenio asociado a la distribución inicial de los núcleos densos.

   Para abordar estas cuestiones, los investigadores analizaron la distribución en el espacio de los picos de densidad de la Pipa, una nube de gas que presenta varios núcleos preestelares y que constituye un laboratorio cósmico ideal para estudiar las condiciones iniciales de la formación estelar.

   Los resultados demuestran que los núcleos de la Pipa están segregados no solo por masa sino, de forma más concluyente, por su densidad interna. "Este resultado pone de manifiesto el carácter primordial de la segregación espacial y apunta por primera vez a la densidad de los núcleos como la principal variable física que dibuja el mapa inicial de la formación estelar", concluye el investigador.