Uno de cada tres hijos de fumadores presentan nicotina en el cuerpo similar al de sus padres

Actualizado: lunes, 17 marzo 2008 21:45


MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

Uno de cada tres niños, hijos de padres fumadores, presentan niveles de nicotina en orina equivalentes a los de los fumadores, según un estudio publicado en la revista 'Mi Pediatra', donde además se advierte de que en más de un 40 por ciento de los niños menores de dos años a los que se les realizó el test de nicotinina en orina y salió positivo, los padres negaban fumar en casa o delante del niño.

Estar una hora en un ambiente cargado de humo de tabaco equivale a fumar tres cigarros, por tanto, un niño que permanece unas ocho horas en un espacio cerrado compartido con fumadores es como si hubiera consumido al final de cada jornada una cantidad de tabaco equivalente a una cajetilla entera.

No obstante, los expertos recuerdan que la exposición al humo ambiental de tabaco es constante y no se limita solamente al tiempo en el que se fuma un cigarrillo, ya que los componentes tóxicos del tabaco permanecen en el ambiente incluso tras apagarlo. Así, en España el 40 por ciento de las personas que no fuman se ven involuntariamente sometidas al humo ajeno de tabaco durante, al menos, una hora al día y el 12 por ciento hasta ocho horas al día.

La exposición de los niños al humo ambiental de tabaco puede ocurrir en cualquier sitio --domicilio, coche, restaurantes o centros comerciales--, sin embargo es la madre fumadora la mayor fuente de exposición, tanto intraútero como postnatal. Así, en el embarazo las sustancias tóxicas atraviesan la placenta y a la leche materna; mientras que su concentración máxima en sangre se alcanza a los 10 minutos de fumar un cigarro; y al cerebro llega en menos de 10 segundos tras la primera calada.

Por otra parte, puede tener consecuencias nefastas para la salud de los menores: duplica el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante; produce trastornos en el aprendizaje y en la conducta; provoca problemas de las vías respiratorias; el número de otitis medias agudas es mayor; aparición de eccemas y dermatitis atópicas, alergias alimentarias y caries dentales; y existe una mayor probabilidad de adicción al tabaco en la adolescencia.