La sombra de la ley, un vestuario de cine en el Museo del Traje

La Sombra de la Ley
La Sombra de la Ley - FOX
Actualizado: lunes, 8 octubre 2018 14:35

   MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El Museo del Traje de Madrid inaugura su programación otoñal con una exposición dedicada a La sombra de la ley, la película que protagonizada por Luis Tosar, Michelle Jenner y Ernesto Alterio, entre otros, y que llega a los cines este jueves 11 de octubre.

   Una exposición que se puede visitar gratuitamente hasta el próximo 13 enero y que, de la mano de las piezas del vestuario cinematográfico diseñado por Clara Bilbao, transporta al visitante a la combulsa Barcelona de los años veinte en la que se ambienta el filme dirigido por Daniel de la Torre.

   La muestra se divide en tres ambientes completamente diferentes que convergen de una manera u otra en esta cinta gánsters, lucha social y puro cine negro: el policial, con gabardinas de tonos oscuros propias de la época; el obrero, con textiles de menor calidad y tonos apagados; y el del Music Hall, con todo tipo de exuberantes prendas plagadas detalles de pedrería incrustada y corsés hechos a medida preparados para el foxtrot más alocado.

   "El mundo de la policía está representado como un mundo oscuro, trepidante y de la noche. Luego tenemos el mundo de los sindicatos, que es el conflicto más importante de España en esta época", apunta en un encuentro con Europa Press Clara Bilbao, ganadora del Goya por el vestuario de Nadie quiere la noche (2016) de Isabel Coixet y anteriormente de Blackthron (2011) de Mateo Gil.

   La diseñadora de vestuario asegura que la Barcelona de aquellos años "no tenía nada que envidiar al Chicago terrible de la Ley Seca" ya que se trataba de una ciudad en la que se daban, en el mismo entorno y separados por tan solo unos metros, contrastes muy acusados de vivir y de entender el mundo, algo que se refleja también en el vestuario esos tres ambientes. "Están por una parte los sindicalistas y por otra el Music Hall, donde la gente se divierte y olvida", apunta.

   Para Bilbao, el Museo del Traje ha sido una pieza fundamental a la hora de recopilar información para diseñar un vestuario adaptado a la estética de la época. "Aquí hay mucho material, documentación y trajes", asegura la diseñadora que reconoce que fue un gran reto embarcarse en un proyecto tan complejo que "aspira a ser algo como Los intocables de Elliot Ness" por sus marcados toques de cine negro y de época.

UN RODAJE REPLETO DE ANÉCDOTAS

   En La sombra de la ley, Luis Tosar se mete en la piel del policía Aníbal Uriarte, un policía que llega a la Ciudad Condal desde Madrid para dar con los culpables del robo de armas a un tren militar. Durante su periplo por la Barcelona de los años 20 tendrá que verse las caras con los líderes sindicalistas, protagonistas de las revueltas en favor de los derechos de los trabajadores que marcaron aquellos años, y con personajes corruptos como el inspector Rediú, encarnado por Vicente Romero.

   "Estaba como abducido por el personaje, te transformas. Pero en el momento en el que me quitaba los zapatos, que para mí son importantes, ya no era Rediú", comenta el actor.

   Por su parte, Adriana Torrebejano, que encarna a la veddete Lola Montanes, destaca las diferencias que se producen entre su mundo del espectáculo y las cloacas policiales: "Es muy bonito el contraste de ver todo lo oscuro de los gángsteres y todo lo demás, y ver toda la luz del music hall, es bastante impactante".

   Sin embargo desvela que durante el rodaje hubo un momento en el que uno de sus trajes no pudo aguantar el ritmo de la música. "Reventé el vestido, de repente noté aire, como que me podía mover muy bien. Me mire en plena toma bailando charlestón y me vi... sin corsé", relata sonriente.

   Eso sí, La sombra de la ley contó con el gran hándicap de rodar en pleno verano con los actores enfundados en vestimentas propias del invierno. Una de las consecuencias, como relata De la Torre, fue que en el primer día de rodaje, a consecuencia del intenso calor y humedad, a Tosar "se le derritió la prótesis" de cera que llevaba en la nariz. Otra de las anécdotas de la filmación tuvo lugar cuando rodaron bajo el agua, de la cual no querían salir los protagonistas para refrescarse. "Me decían: 'Oh que gusto esta agua'", recuerda entre carcajadas.