España, en el grupo de 'mortales' bajo la dictadura de Estados Unidos

Final olímpica de baloncesto 2016 entre Estados Unido y España
FIBA
Actualizado: viernes, 21 septiembre 2018 10:12

MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -

España acogerá desde este fin de semana el primer Mundial femenino de baloncesto de su historia, al que la anfitriona llega con la máxima ilusión y el aval de sus grandes resultados en los últimos años para soñar con el segundo escalón, ya que el primero parece ser propiedad de Estados Unidos sin discusión aparente.

La decimoctava edición del Mundial femenino, cuyo estreno se vivió en Chile en 1953, se disputará íntegramente en la isla de Tenerife con dos sedes, el Santiago Martín de San Cristóbal de la Laguna y el Quico Cabrera de Santa Cruz de Tenerife, donde 16 selecciones pelearán hasta el 30 de septiembre por un trono que parece tener dueño.

Como ejemplo, el seleccionador español, Lucas Mondelo, no ha dudado en igualar a Estados Unidos con la selección masculina que asombró al mundo en los Juegos Olímpicos de Barcelona'92. Comparaciones aparte, lo que es indiscutible es el poderío de la actual selección femenina norteamericana.

Invicta desde el Mundial 2006, cuando perdió en semifinales ante Rusia y donde el oro de Australia fue el último que se la ha escapado desde entonces, Estados Unidos vuelve a abrumar con su acumulación de talento que exhibe en su plantilla, donde las veteranas Sue Bird (37 años) y Diana Taurasi (36) -ambas tetracampeonas olímpicas- lideran un grupo que también cuenta con el enorme talento de Breanna Stwart, Brittney Griner o Elena Delle Donne. Más que suficiente para suplir las bajas de Maya Moore y Sylvia Fowles.

Desde su atalaya, las estadounidenses observan a un grupo de selecciones que aspiran a ser la primera de las 'mortales', posición que correspondió a la selección española tanto en el Mundial de Turquía 2014 como en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde se colgó sendas medallas de plata ante el 'ogro' yanqui. Llegó a plantar cara en Estambul (77-64) y más contundente fue su derrota en Brasil (101-72).

AUSTRALIA Y FRANCIA, LAS OTRAS GRANDES ASPIRANTES A LA PLATA

España, que sufre la importante ausencia de Sancho Lyttle, cierra como anfitriona un lustro mágico en el que no se ha bajado del podio ninguna gran competición. A las dos mencionadas platas hay que sumar dos oros en los Eurobasket de Francia 2013 y República Checa 2017 y el bronce del Eurosbaket de Hungría y Rumanía 2015.

Sin embargo, el sorteo para 'su' Mundial no fue benévolo y en el horizonte se dibuja un posible cruce en semifinales con Estados Unidos, y eso contando con superar una eliminatoria de cuartos de final que, sin llegar a la dificultad suprema de las norteamericanas, también se prevé muy exigente. Por todo ello, un bronce en Tenerife tendría más sabor dorado que nunca.

Además, la anfitriona también es consciente de que sus rivales llegarán reforzados, especialmente Australia, que lleva sin disputar una final importante desde los Juegos de Pekín 2008 y llega con ganas de reivindicarse.

La selección oceánica, señalada por la propia FIBA como segunda máxima favorita en Tenerife, recupera a Liz Cambage, quizá la mejor pívot del planeta. Con el poderío físico que aseguran su 2,03 metros, la jugadora de Dallas Wings viene de ser 'Top 5' en cuatro apartados estadísticos de la reciente WNBA: rebotes (1ª con 12 por partido) tapones (1ª, 3), asistencias (4ª, 6) y puntos (5ª, 22).

En esta lista de claras aspirantes a medalla también figura la selección francesa, subcampeona olímpica en Londres 2012, volverá a apoyarse en la superioridad física garantizan como jugadoras como Sandrie Gruna o Helena Ciak, aunque llegan con la importancia ausencia de su capitana Celine Dumerc.

Por su parte, Bélgica, sorprendente ganador del bronce en el último Eurobasket, tiene como gran estrella a Emma Meesseman, vigente MVP de la Euroliga que finalmente podrá competir tras dar el susto durante un partido preparatorio en Valencia, donde se marchó entre lágrimas tras torcerse un tobillo. Además, Canadá y las dos potencias asiáticas, China y Japón, también quieren sumarse a esta pelea en la zona noble, apretada más allá de la dictadura estadounidense.