Ciclismo/Tour.- (Perfil) Contador, el chico de Pinto que hace realidad los sueños

Actualizado: domingo, 26 julio 2009 19:53

PARÍS, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ciclista Alberto Contador, un chico humilde de Pinto que nació hace 26 años, estampó su firma por segunda ocasión en el palmarés de la vuelta más importante del mundo, el Tour de Francia, en donde tuvo que vencer a las adversidades que no sólo le llegaron en el recorrido de la prueba.

Contador, que el pasado año entró en el club de los selectos al completar su currículum con la Vuelta a España, última 'grande' que le faltaba, logró un triunfo de esos que no generan respuesta en los más escépticos y que provocan aplausos en lo más críticos.

Contador, que reside en Pinto, Madrid, desde que nació el 6 de diciembre de 1982, cerró con éxito la participación más controvertida que ha tenido en la ronda gala. Tras su año de veto en el Tour, el español ha vuelto a Francia para posar en lo más alto del podio sin olvidar cómo fueron sus difíciles comienzos.

En 2004, el corredor madrileño se encontraba disputando la primera etapa de la Vuelta a Asturias, cuando sufrió una dura caída en las cercanías de Infiesto. Tras unos días ingresado y después de incluso haber recibido el alta, volvió a sentirse mal. Al regresar al hospital, llegó el duro golpe: se le diagnosticó un cavernoma cerebral del que tuvo que ser operado.

La vida ciclista de Contador comenzó a los 14 años, cuando su hermano mayor, Francisco Javier, le subió a una bicicleta sin saber que estaba poniendo la primera piedra en la carrera de su hermano. Hasta entonces Alberto pasaba las tardes ayudando a su padre en la cría de canarios y jilgueros.

Un año después Alberto desechó el fútbol y el atletismo, deportes que practicó antes de decidirse por las dos ruedas, para inscribirse en el equipo de su ciudad, el UNI Pinto, donde en cadetes terminó cuarto en el Gran Premio de San Sebastián de los Reyes y noveno (segundo en la montaña) del Trofeo de Torrelaguna. Su segundo año 'junior' lo pasó en el RVC Portillo, con el que se impuso en el Trofeo Colmenarejo, el de Paracuellos o la Subida al puerto de Navafría.

Avalado por los buenos resultados de juvenil, Contador dio un salto de calidad y pasó a sub-23 enrolado en las filas del Iberdrola Loinaz, filial de la ONCE de Manolo Sáiz. Fue primero en la Subida a Gorla, segundo en la de Urraki y tercero en la cuarta etapa de la Vuelta a Málaga.

DEBUTA EN PROFESIONALES EN EL ONCE DE MANOLO SÁIZ

Junto a Manolo Saiz, el de Pinto explotó demostrando que la categoría se le quedaba pequeña. Triunfador en el campeonato de España de contrarreloj de sub-23 y ganador de la Escalada a Montjuic, además de etapas en la Vuelta a Bidasoa y en la Vuelta a Palencia, Sáiz le ofreció saltar a porfesionales en el 2003.

Contador no defraudó y llegó su primera victoria entre la elite en la contrarreloj de la Vuelta a Polonia. Junto a su 'cicerone' Saiz, seguirá en la evolución del equipo durante las denominaciones de Liberty Seguros, Wurth y Astaná.

Pero llegó la fatídica primera etapa de la Vuelta a Asturias y la operación del cavernoma cerebral. La recuperación fue lenta. En 2004 ya no volvió a subirse a la bicicleta, pero como él mismo le dijo a su madre sólo tres horas después de ser sometido a la operación: "Querer es poder". Contador regresó a la alta competición en el inicio de 2005. Ya en su primera carrera, el Tour Down Under, en Australia, consiguió la victoria en la etapa reina.

Después le seguirían nuevos éxitos en la Semana Catalana, la Vuelta al País Vasco o el Tour de Romandía, en el que batió a Cunego y a Piepoli en la cuarta etapa para cerrar un notable 2005 en el que, además, tuvo la oportunidad de debutar en el Tour de Francia, en el que terminó en el puesto trigésimo primero.

La inoportuna afección cerebral no fue el único contratiempo en la carrera de Contador. En 2006, la investigación de la 'Operación Puerto' alejó a Sáiz del ciclismo y a Contador, presente en los documentos del doctor Eufemiano Fuentes aunque no como inculpado, distanció al madrileño de Sáiz.

EL CAMINO HACIA EL TOUR 2007

Las victorias en la tercera etapa del Tour de Romandia ante Valverde y Evans y la exhibición en la etapa reina de la Vuelta a Suiza hicieron olvidar a Contador la ausencia en el Tour de Francia y Johann Bruyneel se fijó en él como sucesor de Lance Armstrong en el Discovery Channel para la temporada 2007.

Entonces llegó la transformación de Contador en un ciclista ambicioso, que no daba tregua a sus rivales. El pinteño se hizo con la París Niza, en la que ganó dos etapas y fue el mejor joven, y con el triunfo en la Vuelta a Castilla León, en la que triunfó en la llegada a Navacerrada, antes de ganar el Tour de Francia en su segunda participación.

Pero ni la gloria de ganar el Tour evitó que de nuevo las adversidades se cruzasen en el camino de Contador. La retirada del patrocinio de Discovery Channel obligó a Bruyneel a aceptar el apoyo de Astana y con ello vino la prohibición de la organización del Tour, preocupado por los positivos de Alexander Vinokourov y de Andrey Kashechkin en la edición anterior, de participar en la edición del 2008.

La imposibilidad de defender su triunfo hizo mella en Contador. La rabia que mostró en la 'Challenge de Mallorca', en la que reivindicó la inocencia de su equipo, se convirtió en alegría el primer fin de semana del mes de junio, cuando Contador, tras devorar de nuevo la Vuelta Castilla a León y sumar su primera Vuelta al País Vasco, levantó el trofeo de ganador del Giro de Italia.

REY DE ITALIA Y ESPAÑA EN UN 2008 DE ENSUEÑO

El triunfo en la ronda italiana dio alas al madrileño. "Prefiero el rosa al amarillo del Tour", dijo entonces, consciente de la gran oportunidad que tenía ante sí de lograr la 'Triple Corona', y empezó su minucioso plan de entrenamiento para coronarse en la Castellana. A pesar de llegar corto de forma a los Juegos, Contador contribuyó al oro de Samuel Sánchez y rozó el bronce en la contrarreloj, pero ese día Levi Leipheimer fue ocho segundos mejor.

Diecisiete días después, el sábado 30 de agosto, empezó en Granada a culminar su sueño. Lo intentó en las etapas pirenaicas, pero sólo pudo sacar diez segundos a Sastre y a Leipheimer. "Sin pendiente es imposible", se lamentó. En el Angliru sí había pendiente, se mostró intratable y salió vestido de oro. Al día siguiente, en Fuentes de Invierno, derrochó ambición y dejó sentenciada la Vuelta.

Solventó la cronoescalada en Navacerrada, su zona de entrenamientos, sin dificultades y se presentó ante sus paisanos de oro, cerrando el sueño que inició cuando su hermano le subió a la bicicleta. Con 25 años inscribió su nombre junto al de Merckx, Hinault, Anquetil y Gimondi, lo que no pudo conseguir Induráin lo lograba un joven de Pinto, acostumbrando a superar las barreras.

En 2009, Contador dio el salto de calidad. Adornó su palmarés con un triunfo en la Vuelta al Algarve, otros dos en la París-Niza, y otros tantos en la Vuelta al País Vasco, donde se enfundó la 'txapela' por segundo año consecutivo.

Pero su ramillete de éxitos no terminó ahí. Antes de afrontar la salida en Mónaco del Tour, Contador llegaba harto de moral tras su éxito en el Campeonato de España de contrarreloj. El madrileño, que no venció en la etapa inicial, aprovechó su fuerza para imponerse en el lago de Annecy, donde sentenció su triunfo en la ronda gala.

A éste le añadió con anterioridad su subida al Vebrier, donde hizo gala de su poderío, versatilidad y fortaleza cuando la carretera se pone cuesta arriba. Contador ha demostrado una vez más que las adversidades no son un problema en su vida. El se las quita a golpe de victorias.