NUEVA YORK, 25 Ago. (EP/Reuters) -
La ya ex esposa del golfista Tiger Woods, Elin Nordegren, rompió el silencio que mantuvo durante la terrible experiencia que significó lidiar con el escándalo sexual que rodeó a su matrimonio y dijo que había pasado por el "infierno".
Nordegren, una ex modelo y niñera nacida en Suecia, habló con la revista People luego de que ella y Woods emitieron un comunicado conjunto hace dos días confirmando el divorcio, que había sido anticipado por meses luego de las confesiones que él realizó sobre su infidelidad.
"He pasado por el infierno", dijo Nordegren a la revista. "Es difícil pensar que tienes esta vida y entonces de pronto, ¿era una mentira? Estás luchando porque no era real", agregó.
Nordegren, de 30 años y quien está estudiando psicología, dijo que nunca sospechó de los romances que Woods, quien es considerado la estrella deportiva más rica del mundo, admitió y por los que se disculpó públicamente en febrero.
"Estoy tan avergonzada de nunca haber sospechado, ninguna vez. Durante los últimos tres años y medio, cuando todo esto estaba ocurriendo, yo pasaba mucho tiempo en casa con embarazos, luego los niños y mis clases", señaló.
Woods, que ha ganado 14 torneos 'major', volvió al golf en abril tras perder hasta 35 millones de dólares en patrocinios cuando a fines del 2009 se divulgaron informaciones sobre romances extramaritales entre él y varias mujeres.
Las revelaciones salieron a la luz luego de un accidente ocurrido en medio de la noche en el hogar de la pareja en Florida donde Woods chocó contra un árbol y una boca de incendios. Nordegren dijo a la policía que rompió la ventana trasera del auto con un palo de golf para sacarlo.
Nordegren dijo a People que desde entonces ha experimentado variadas emociones. Ella y Woods tienen una hija de 3 años y un hijo de 1 año. "He pasado desde las etapas de incredulidad y sorpresa, hasta la rabia y finalmente el dolor por la pérdida de la familia que tanto quise para mis hijos", expresó.
Sobre la suma que recibió por el acuerdo de divorcio, que ni ella ni Woods han revelado pero People estimó que era de un valor de 100 millones de dólares, dijo que no hacía que valiera la pena la separación de su familia. "El dinero no puede comprarme la felicidad", afirmó. "Ni volver a unir a mi familia", concluyó.
