EDIZIONES, 22 may.
Ahorrar dinero en los tiempos que corren es casi un milagro para muchos. Casi tanto como lo es llegar a fin de mes con saldo positivo. No obstante, tener ahorros supone invertir en tranquilidad, tener la oportunidad de sacarle rentabilidad al dinero, alcanzar metas y objetivos fuera de nuestro alcance, tener una base para afrontar imprevistos y/o garantizarse una jubilación, entre otros muchos motivos.
La teoría, seguro, la conocemos, pero otra cosa -muy distinta- es la práctica. El día a día, sin darnos cuenta, va consumiendo nuestro saldo en gastos, a veces, innecesarios en detrimento del ahorro. Entonces, ¿cómo ponerle solución?
En Estados Unidos, en los últimos años, se ha puesto de moda un reto que dice ser efectivo para aquellos que se dan por vencidos fácilmente: el reto de las 52 semanas. Con él seremos capaces de tener ahorrados al final del año alrededor de 1.400 euros.
Este sencillo método consiste en ahorrar los mismos euros que la semana en la que estamos; es decir: en la primera semana ahorraremos un euro, en la segunda semana, dos, y así sucesivamente hasta completar las 52 semanas que tiene un año.
Para que este método sea efectivo, la motivación y la constancia son la base fundamental. Para que las fuerzas no flaqueen siempre se pueden comentar nuestras intenciones a amigos y familiares para que nos ayuden, podemos programar transferencias bancarias, utilizar aplicaciones financieras o colocar una hucha e ir metiendo el dinero en ella.
El objetivo final puede ser, sin duda, un buen motivador. El dinero ahorrado nos permitirá realizar ese viaje deseado, cubrir parte de la hipoteca, arreglar algunas cosas que hacen falta o comenzar a tener una buena base que nos de seguridad financiera a largo plazo.
