Actualizado 04/09/2018 15:11

Álvaro Lafarge, el joven con Síndrome de Down que luchó y logró convertirse en bombero

Álvaro Lafarge Sánchez
Álvaro Lafarge Sánchez - CHANGE.ORG
alvaro bombero bomberos

EDIZIONES, 4 sept.

Álvaro Lafarge Sánchez, con 22 años, se convirtió oficialmente en el primer bombero bonaerense con síndrome de Down. Su condición nunca le ha impedido realizar sus sueños y llegar hasta donde se propusiese: ni cuando sus profesoras le decían que no podía terminar la primaria, ni cuando le aconsejaban dedicarse a otros deportes de menos riesgo que la equitación o el rugby, deportes que verdaderamente le apasionaban.

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Álvaro siempre contó con el apoyo incondicional de su familia y eso, junto con su destacable fuerza de voluntad, espíritu de superación, y ganas de lucha han hecho posible todas y cada una de las pequeñas victorias de su vida. La última de ellas, la de ingresar en el cuerpo de bomberos en la provincia de Buenos Aires, Argentina.

Un buen día, Álvaro Lafarge le dijo a su madre que quería ser bombero y se preparó para ello. En el año 2013, el joven estaba más que preparado y cumplía sin un pero todos los requisitos necesarios, así que iniciaron los trámites para ingresar en el cuerpo de bomberos; pero estos siempre le daban largas. De oficina en oficina estuvieron rodando tres años y medio.

bomberos

El problema es que, si bien Álvaro cumplía a la perfección con las tareas que le asignaban, no podía ser incorporado como empleado efectivo por tener síndrome de Down, tal y como se explica en un reportaje del Diario Clarín sobre la historia de este joven.

En un intento desesperado, la madre del muchacho escribió una petición en la página Change.org y logró reunir más de 18.000 firmas en apoyo a su causa en tan solo cuatro días. "Los medios ayudaron mucho a su difusión y con el apoyo de organismos no gubernamentales elevamos la causa al ministerio de Seguridad", explicó la madre.

bombero

Su petición llegó a oídos de la gobernadora y el 7 de abril del 2017 Álvaro firmó su contrato, pero el acto oficial de puesta en funciones se hizo en Junín el 19 de mayo. Desde ese día Álvaro es uno más en el cuerpo de bomberos, trabaja 30 horas semanales y cobra un sueldo como el de sus compañeros.

"Se lo toma muy en serio. Por suerte, Junín es tranquilo y no lo van a mandar a incendios, ni nada que implique peligro para él. También va a los desfiles oficiales. Le encanta. Está feliz", contó su madre, orgullosa de poder celebrar otra victoria más en sus vidas.

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