Actualizado 25/07/2018 10:38

"Mi vida en el asfalto": Un relato en primera persona para crear conciencia sobre conducir bajo los efectos del alcohol

Coche
PIXABAY

EDIZIONES, 25 jul.-18

Las cifras hablan por sí solas: El 42,1% de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico en 2017 había consumido alcohol, drogas o psicofármacos, según datos recientes del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses sobre víctimas mortales en accidente de tráfico.

Conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas implica multiplicar por nueve las probabilidades de sufrir un accidente. Está demostrado que estas sustancias no son buenas compañeras de viaje porque reducen la capacidad de conducción, aumentan la dificultad de concentración, la somnolencia, la fatiga muscular, los problemas de coordinación, cambia la percepción de lo que nos rodea...La suma de todos estos factores puede dar lugar a otra de las consecuencias más graves: la probabilidad de sufrir y causar accidentes mortales también a terceras personas.

Detrás de las cifras, detrás de ese número de víctimas mortales por la imprudencia de conductores borrachos o drogados hay personas, familias enteras, que han quedado destrozadas.

María Ángeles González, periodista de Diario Sur, es una víctima colateral de un accidente de carretera provocado por un conductor borracho que el 23 de julio de 1995 acabó con la vida de su padre.

María Ángeles ha querido compartir su testimonio en primera persona, veintitrés años después, y lo ha hecho en Twitter con la intención de crear conciencia sobre los peligros y las graves consecuencias que tiene subirse a un coche bajo los efectos del alcohol: "Si leer esto sirve para que te lo pienses antes de subirte a un coche con unas copitas, me doy por satisfecha".

Esta es su historia:

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