Dice que el programa del PSOE incluirá "alguna propuesta de reforma" del IRPF y una mejora de las pensiones mínimas
MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó hoy de falta de patriotismo a los dirigentes del PP por "crear un alarmismo injustificado" sobre la situación económica y subrayó que es este alarmismo el que "puede perjudicar las expectativas de la economía".
Por ello, pidió a los dirigentes de la oposición "prudencia, sensatez y unas gotas de patriotismo", y aseguró que los empresarios no comparten la visión negativa de la situación económica que transmiten los líderes 'populares'.
Zapatero acudió al debate organizado por Nueva Economía Fórum decidido a concentrarse en la situación económica y a rebatir las críticas lanzadas en las últimas semanas por los 'populares', que han focalizado en la economía su labor de oposición. "Me parece muy bien que algunos hayan descubierto la importancia de la economía tres años después, no es el caso del Gobierno, que ha aplicado una política económica de éxito", argumentó.
El jefe del Gobierno comparó los datos macroeconómicos actuales con los de la legislatura pasada para destacar que en ni un sólo trimestre del periodo 2001-2003 la economía creció tanto como en el tercer trimestre de 2007, y que la inflación se situó en varias ocasiones por encima del 4% --como sucedió en el conjunto de 2007-- pese a que el precio del petróleo era mucho menor.
"¿Va a resultar que simplemente por estar fuera del Gobierno lo que en la legislatura pasada era un milagro económico se convierte ahora en una pavorosa recesión?", se preguntó.
HERENCIA ECONOMICA "ACEPTABLE".
Zapatero dijo haber recibido de los gobiernos del PP una herencia económica "aceptable" --"nunca he tenido la tentación de desacreditarla", añadió--, aunque "acompañada de algunas hipotecas" que, según dijo, el Gobierno "ha conseguido o está consiguiendo levantar".
Ante un auditorio formado por multitud de empresarios, ministros y altos cargos socialistas, el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno quiso transmitir el mensaje de que su equipo se ha ganado la credibilidad en política económica por haber cumplido sus compromisos y demostrado una buena capacidad de gestión.
Comparando el Gobierno de España con una empresa, preguntó a los empresarios si dejarían la gestión de sus compañías a alguien que predica el catastrofismo y que la desacredita en los mercados internacionales.
Así, Zapatero aseguró que la base de la economía española y sus fundamentos "son mejores que nunca", pese a las "incertidumbres" de la economía, que atribuyó fundamentalmente al mercado hipotecario norteamericano y a la subida del precio del petróleo y otras materias primas. "Ninguna causa puede atribuirse con una elemental honestidad a impactos derivados de la gestión del Gobierno", añadió.
Zapatero achacó la buena posición de la economía española a la creación de tres millones de empleos en la legislatura, a un superávit presupuestario cercano al 2% del PIB y a una 'hucha' de las pensiones de 50.000 millones de euros.
Por ello, dijo a los líderes del PP "que el pesimismo sólo conduce al derrotismo, a la derrota, y con derrotismo se tienen perdidos todos los retos".
EL PP Y LA ENERGIA NUCLEAR.
Zapatero dirigió también críticas al PP en relación con la energía nuclear. Tras insistir en que su posición es reducir su uso "progresivamente en función de la demanda energética global" y apostar por las energías renovables, emplazó a los 'populares' a aclarar su punto de vista sobre este tema.
"No se puede ser favorable a aumentar la energía nuclear con el micrófono cerrado y cuando se abre el micrófono no decirlo, porque la siguiente pregunta es dónde se construye la próxima central nuclear, y dónde los residuos nucleares", indicó.
MAS REDUCCIONES FISCALES.
Tras desgranar las cifras macroeconómicos y las medidas económicas y sociales de los últimos cuatro años, el jefe del Ejecutivo adelantó que en la próxima legislatura "la buena situación de las cuentas públicas permitirá más reducciones fiscales" dirigidas a beneficiar a las rentas del trabajo y especialmente a las más bajas.
Zapatero habló de "simplificar" el sistema fiscal y señaló que en el programa electoral del PSOE habrá "alguna propuesta de reforma del IRPF" con el objetivo de "seguir aliviando fiscalmente las rentas del trabajo". No obstante, defendió que en una democracia los impuestos son "una figura fundamental" porque "son la garantía de la cohesión de un país, de la vertebración social y territorial".
El líder socialista repitió los compromisos electorales para la próxima legislatura que ha ido adelantando hasta ahora, como el objetivo de crear hasta dos millones de puestos de trabajo, reducir hasta un 25% las cargas administrativas para empresas y hogares, elevar el salario mínimo interprofesional hasta 800 euros y construir 1,5 millones de nuevas viviendas públicas, de ellas 600.000 para alquiler.
SEGUIR MEJORANDO LAS PENSIONES MÍNIMAS.
Mencionó además su intención de "dar otro salto importante en la mejora de las pensiones mínimas", aplicar las leyes de dependencia e igualdad, promover un gran acuerdo social para implantar medidas de productividad y estabilidad del empleo y tomar medidas para rehabilitar los cascos antiguos de las ciudades algo que, añadió, será además "un respaldo al sector de la construcción".
No obstante, Zapatero consideró positivo el "cambio en el patrón de crecimiento" que, según dijo, está acompañando a la "ligera desaceleración" económica que vive España y que supone una menor aportación de la construcción y la demanda interna y una mayor del sector exterior.
España, aseguró, seguirá creciendo "en torno al 3% como mínimo" y subrayó que las previsiones de los organismos internacionales --de las que sugirió que quizá están por debajo "de lo que luego pasa en la realidad"-- señalan que la economía española crecerá más que la de las principales potencias.
Además, señaló que en 2008 el ratio de deuda pública sobre el PIB se reducirá en 12 puntos, lo que permitirá impulsar la financiación del sector público y la inversión, y añadió que en dos años España será el país con menor deuda pública de entre las grandes potencias económicas.
