El PP rechaza poner exigencias al tratado UE-EE.UU. porque el acuerdo "aún está en negociación"

Obama (Estados Unidos) Y Barroso (Comisión Europea) En Washington
REUTERS/KEVIN LAMARQUE
Actualizado: miércoles, 11 junio 2014 19:50


MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

El PP ha rechazado este miércoles en la Comisión de Economía del Congreso la posibilidad de pedir al Gobierno que ponga exigencias de respeto a los estándares comunitarios en materia laboral, social o medioambiental en el tratado de libre comercio UE-Estados Unidos, como pedía la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), porque el acuerdo "aún está en negociación", por lo que la propuesta "no es en absoluto constructiva" ni "necesaria" en este momento.

El 'popular' José López Garrido ha reprochado a IU-ICV que plantee que el acuerdo con Estados Unidos "sólo tiene como objetivo el dumping social y reducir la calidad de los empleos", en lugar de "facilitar el comercio internacional y los aranceles" como, asegura, es su intención real.

Además, ha pronosticado que el acuerdo tendrá efectos beneficiosos en diferentes sectores económicos europeos y españoles como el de la producción alimenticia o el automóvil, ya que la rebaja de barreras arancelarias permitiría incrementar las exportaciones.

"El acuerdo está en negociación, no sabemos si llegará a cerrarse porque no es nada fácil. Así que esta iniciativa no me parece en absoluto constructivo ni beneficioso para nuestras democracias. Es una proposición absolutamente innecesaria y prescindible", ha dicho, recordado a renglón seguido que actualmente está abierto un periodo de consulta abierto en la UE y que además el eventual tratado deberá ser aprobado por el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo y los parlamentos nacionales.

Por último, el diputado 'popular' ha asegurado que el convenio que finalmente se pueda acordar será "resultado de un proceso transparente, democrático y que garantizará los derechos de los ciudadanos y trabajadores europeos". "Si no, no será", ha apostillado, recordando que todos los gobiernos de los estados miembros tienen interés en que se cumplan estas premisas.

ARMONIZACIÓN A LA BAJA

Sin embargo, el portavoz económico de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), Alberto Garzón, teme que el tratado de libre comercio acabe provocando una "armonización a la baja" de las regulaciones laborales, medioambientales o sanitarias, entre otras, y critica asimismo una negociación "oscura" a la ciudadanía.

Por eso, ha reclamado al Gobierno que acepte "unas líneas rojas que garanticen que la UE mantiene unos determinados criterios y que no van a reducirse (estándares normativos) en aras de encontrar una armonización con Estados Unidos". "La UE tiene que ser una unión social, y no asistir a la imitación de un modelo anglosajón ampliamente regresivo", ha añadido, rechazando también cualquier cláusula de protección de inversores extranjeros.

La iniciativa, finalmente transaccionada con el PSOE, reclamaba así al Gobierno que defienda en las instituciones europeas que ningún acuerdo de libre comercio con terceros países suponga una rebaja de los estándares de la normativa comunitaria o de los estados miembros en materia laboral, social o medioambiental, así como la protección de datos personales o en la seguridad de los consumidores.

INFORMAR AL CONGRESO

El convenio, continúa el texto, debe servir para "generar crecimiento duradero, justo y sostenible y crear empleo de calidad" en Europa sin "debilitar" las normas comunitarias. Asimismo, reclama al Ejecutivo que en el plazo de tres meses remita a varias comisiones del Congreso un informe sobre el estado y contenido de las negociaciones.

El socialista Juan Moscoso del Prado ha defendido el resultado de la transacción recordando que en un momento en que "Europa sale de una crisis provocada en gran medida por la desregulación" es necesario que los acuerdos bilaterales generen "regulación de la buena" y sirvan también para forzar a otros países a mejorar sus estándares en materia, por ejemplo, laboral.

Finalmente, el portavoz económico de UPyD, Álvaro Anchuelo, ha reconocido que su postura ante el tratado de libre comercio no es "tan preventiva" como la de la Izquierda Plural, ya que reconoce los "potenciales beneficios" que puede reportar a España. Por eso, ha dicho, "no es el momento aún de un rechazo a priori sino de trabajar con los socios europeos para conseguir un acuerdo positivo y equilibrado, pero sin cerrarnos a cualquier mínimo cambio".

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