Actualizado 22/07/2008 20:45

Organizaciones ecologistas denuncian la muerte de un oso pardo en la Cordillera Cantábrica, tras encontrar sus restos


SANTANDER, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

Organizaciones ecologistas denunciaron hoy la muerte de un oso pardo en Vega de Liébana, en la Cordillera Cantábrica y expresaron su "gran preocupación" por la situación "crítica" de esta especie. Por ello, solicitaron a las administraciones públicas que "redoblen sus esfuerzos" para su conservación, según informó WWF/Adena en un comunicado.

Durante la tarde de este lunes, un guarda de la Patrulla Oso de la Fundación Oso Pardo encontró el citado municipio cántabro, cercano al límite con Palencia, el esqueleto de un ejemplar cuando realizaba tareas de vigilancia y seguimiento en la zona. Tras hallar los restos informó a las autoridades de la Administración Regional de Cantabria, del Parque Natural de la Montaña Palentina, y a la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

A partir de esta notificación se procedió al levantamiento del cadáver del oso para realizarle las pruebas pertinentes con el fin de determinar la causa de su muerte. Con este, recuerdan, ya son once los osos muertos en la última década en la Cordillera Cantábrica, ocho de los cuales perecieron por envenenamiento.

Las organizaciones Fondo para la protección de los animales salvajes (FAPAS), Fundación Oso Pardo (FOP), Seo/BirdLife y WWF/Adena, firmantes del manifiesto, expresaron que a pesar de la evolución positiva de las poblaciones de osos en los últimos años, hechos como este complican su viabilidad.

Por ello, recuerdan a las administraciones públicas que "deben prestar la máxima atención" a las tareas de vigilancia y conservación de esta especie, actuando de forma plenamente coordinada para evitar nuevas muertes. Además, aseguraron que es "fundamental" aprobar los planes pertinentes para la recuperación de la especie y garantizar así la supervivencia de "una de las poblaciones más amenazadas del mundo".

Por último, indicaron que están a la espera de los resultados de la necropsia de los restos del oso y advirtieron que si se demostrara que en la muerte del ejemplar hubo intervención humana se exigirá ante la fiscalía ambiental y los órganos judiciales pertinentes que abrieran diligencias de investigación.