Según el último estudio de CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales), las mujeres ostentan únicamente el 26% de cargos de responsabilidad del sector cinematográfico de España, un porcentaje que se mantiene estático a pesar del incremento del número de largometrajes. Y cuando hablamos de directores de cine, el porcentaje de mujeres que ejercen esta profesión es únicamente del 15%. Por todo esto decidimos lanzar el I Ciclo de Cine Dirigido por Mujeres, una iniciativa de Malvalanda y el Ayuntamiento de Madrid que tuvo lugar del 27 al 29 de diciembre del 2017.
Durante tres días, dimos voz al trabajo de las mujeres directoras proyectando largometrajes, cortometrajes y realizando coloquios. El ciclo pretende visibilizar el trabajo de las directoras y dar al público más joven un espejo donde reflejarse. Porque las mujeres también dirigen películas y tienen mucho que decir pero por desgracia su trabajo suele estar en segundo plano o incluso llega a ser invisible. Este ciclo es lamentablemente necesario y lo seguirá siendo hasta que la igualdad en el sector sea una realidad.
La desigualdad de la mujer, ya sea dentro del mundo del cine o en cualquier otro ámbito laboral, es evidente y cada vez son más las personas del sector que sacan a relucir el tema. Por ejemplo, en los últimos Globos de Oro pudimos ver cómo la actriz Natalie Portman reseñaba que en la categoría de nominados a Mejor Director, todos eran hombres. ¿Acaso las mujeres no dirigen películas? Por supuesto que sí, pero sus trabajos no reciben el mismo reconocimiento que los de sus compañeros hombres. Un dato. Después de 82 años de ceremonia, la única mujer que ha recibido un Premio Oscar a Mejor Director ha sido Kathryn Bigelow por En tierra hostil. Repito. Una única mujer en 82 años. En la pasada edición del Festival de Cannes se otorgaba el premio a Mejor Director a Sofía Coppola por La Seducción. En toda la historia del festival francés, esta fue la segunda vez en que una mujer ganaba en esta categoría. La primera fue*Yuliva Solntseva*en 1961 por su película*The Story of the Flaming Years. Y si ponemos la mirada en nuestro país, Anahí Berneri fue la primera mujer premiada con la Concha de Plata a la Mejor Dirección por Alanis en el pasado Festival de San Sebastián.
En nuestro país, Verano 1993 --que se pudo ver en el Ciclo con un coloquio posterior de su directora Carla Simón y Elvira Lindo-- ha sido la gran revelación del 2017. Es una película dirigida y protagonizada por mujeres. Sin embargo, este éxito es algo anecdótico. Carla Simón está nominada a los Premios Goya en la categoría de Mejor Director Novel e Isabel Coixet también compite por La Librería en la categoría de Mejor Director. Dos mujeres. Una representación escasa. Pero si miramos los datos del año anterior podemos comprobar que ninguna mujer optaba a la categoría de Mejor Director en los Premios Goya, únicamente Nely Reguera por María (y los demás) competía como Mejor Director Novel. Si ponemos la vista en los cortometrajes, sorprende ver que ninguno de los trabajos seleccionadas tanto en la categoría de ficción, documental y animación, está dirigido por mujeres.
Iniciativas como la reciente Times *up, nacida a raíz de las denuncias de abusos machistas en Holywood, pretenden dar voz a cientos de mujeres que quieren que se les respete y tener las mismas oportunidades que los hombres. "Yo no quiero hacer películas porque sea mujer, que me destaquen por eso, quiero hacerlas porque sea buena cineasta", declaraba Carlota Pereda, directora del cortometraje Las Rubias, en un coloquio durante el Ciclo. Porque las mujeres queremos que nuestro trabajo tenga visibilidad, que se muestre nuestro talento y que otras generaciones puedan tener referentes donde mirarse. Porque se puede ser mujer y directora. El talento debería de tener el mismo reconocimiento, independientemente del sexo.
María del Puy Alvarado es productora en Malvalanda.
