Presidenta de Juntas de Guipúzcoa ve la carga moral de las víctimas como la "más absoluta deslegitimación" de agresores

Actualizado: viernes, 14 marzo 2008 15:02

SAN SEBASTIAN/BADAJOZ, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Rafaela Romero (PSE), afirmó hoy que la carga moral de las víctimas "se convierte en la más absoluta deslegitimación de sus agresores" y por ello "en algunos casos, molestan, sobre todo, a los que malentienden el sentido profundo de la libertad y la justicia". Además, rechazó "cualquier tipo de utilización partidaria del dolor de las víctimas", lo cual "empaña su memoria y lesiona su dignidad".

Romero hizo estas declaraciones en la sesión inaugural de la 'I Jornada de la Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo' que tuvo lugar hoy en Badajoz.

La presidenta de la Cámara territorial recordó a la última víctima de ETA, el ex concejal del PSE en el Ayuntamiento de Mondragón asesinado el pasado viernes, Isaías Carrasco, "el último de esta triste y larga lista que todos tenemos y debemos tener tan presente".

Además, destacó la necesidad de "recordar" a las víctimas, ya que "la memoria es algo que no puede desaparecer, que no puede evadirse por el día a día de una sociedad que avanza decidida hacia el futuro". A su juicio, las víctimas piden "unión frente al terrorismo, claman por un futuro mejor para los que aquí estamos". Por ello, pidió que "no exista manipulación ni olvido" y que "aquellos que han sufrido el zarpazo del terrorismo" se conviertan en "pilares de la paz".

Romero afirmó que "hay que tener bien presentes" la "dignidad, reconocimiento, justicia y memoria" de las víctimas porque "sólo sobre su base se podrá asentar la tan ansiada paz y normalización política". Por otro lado, expresó su "gratitud y reconocimiento" a todos los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y "a los guardias civiles extremeños que un día dieron su vida en el País Vasco por defender la democracia".

Finalmente, destacó el valor del "perdón, que supone un acto de justicia y un paso más de reconocimiento de la dignidad que tienen las víctimas" y apostó por "un mecanismo que asegure la participación de las víctimas en todas aquellas materias que les atañen", porque "las víctimas se sintieron olvidadas por parte de una sociedad que les debía y les debe mucho".