Rural.- El incendio de Folgoso do Courel (Lugo) sigue activo y ya calcinó 66 hectáreas, un 10% de zona arbolada

Actualizado: lunes, 25 agosto 2008 18:48

El conductor de una motobomba sufrió un accidente durante las tareas de extinción y resultó herido, pero su estado "no reviste gravedad"

LUGO, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

El incendio que desde la tarde de ayer está activo en el municipio de Folgoso do Courel (Lugo) calcinó ya 66 hectáreas, el 90 por ciento de monte raso y el 10 por ciento de zona arbolada, según informó la Consellería de Medio Rural.

El fuego comenzó a las 18.36 horas de ayer en la parroquia de Folgoso y, según subrayó hoy Medio Rural, los efectivos de extinción comenzaron su trabajo "sólo 15 minutos" después de haber comenzado el incendio en una "zona de muy difícil acceso para los medios terrestres".

Así, el incendio se localiza en un terreno con una pendiente del 80 por ciento y una orografía escarpada. Por las condiciones del lugar y la hora de inicio, la consellería apuntó que "existen indicios de que pudiera ser intencionado".

Pese a que la dificultad de acceso a la zona del incendio impide que los medios aéreos actúen por la noche, Medio Rural incidió en que la "rápida intervención" de los efectivos en la tarde de ayer "consiguió contener el avance del fuego y evitó que la magnitud del mismo fuera superior".

ACCIDENTE

La consellería informó, asimismo, de que durante las tareas de extinción una motobomba conveniada con el Ayuntamiento de Ribas de Sil sufrió un accidente, y resultó herido su conductor, que permanece en observación en un centro médico próximo, pero su estado de salud "no reviste gravedad". El vehículo quedó inutilizado.

Desde el inicio del incendio trabajaron en las tareas de extinción un total de 15 técnicos y agentes forestales; 41 brigadas, entre terrestres y helitransportadas; 17 motobombas; tres palas y 15 medios aéreos, entre helicópteros, aviones de carga en tierra e hidroaviones.

En estos momentos permanecen en la zona efectivos terrestres y aéreos llevando a cabo las tareas de refresco de la superficie afectada por el fuego, que sigue sin estar controlado.