La diócesis de Ourense defiende en el juzgado un despido por comentarios "injuriosos e insultantes" en una red social

Actualizado: jueves, 27 marzo 2014 18:43

El trabajador, que denunció al considerar improcedente el despido, afirmó en 'Facebook' que los curas "se van con mujeres o prostitutas"

OURENSE, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

La diócesis de Ourense ha defendido este jueves en el juzgado el despido de un trabajador que atendía la casa sacerdotal de la ciudad desde hacía cinco años, motivado por tres comentarios "injuriosos e insultantes" que el empleado escribió en su cuenta en una red social --en concreto, en 'Facebook'--. El hombre denunció el despido por considerarlo "improcedente".

La vista se celebró en el Juzgado de lo Social número 3 de Ourense y quedó visto para sentencia tras las exposiciones de las abogadas del Obispado y del trabajador despedido y de un testimonio, prestado por un sacerdote octogenario residente en la casa sacerdotal y que informó de los comentarios tras verlos en la red social, en la que era "amigo" del trabajador.

El trabajador despedido contó estuvo respaldado por media docena de representantes de la CIG que asistieron al juicio, aunque él no fue al Pazo de Xusticia de Ourense.

La abogada de la diócesis de Ourense detalló los comentarios considerados "humillantes, insultantes e injuriosos para la residencia sacerdotal y para los que en ella viven", a los que el trabajador añadió otros críticos con la Iglesia católica romana y alusiones a la constatación de casos de pederastia, homosexualidad y oposición al divorcio, ha indicado.

"Los días 8 y 10 de noviembre de 2013, los comentarios fueron concretos y sobre la casa sacerdotal de la diócesis, pues dijo que trabaja en una casa de curas viejos en la que recibió humillaciones y engaños por ser negro e inmigrante", según la letrada de la diócesis.

Además, según relató, otro comentario del despedido aludía a "curas de la casa que se van con mujeres o prostitutas" y en el mismo aseguraba haberlos visto él mismo, palabras que para la abogada de la diócesis son "ya no opiniones", sino afirmaciones "injuriosas infundadas y que atentan contra la imagen y prestigio de la demandada, con la intención evidente de vejar a los residentes y a su empleadora".

Por su parte, la letrada del trabajador despedido se refirió a los comentarios del trabajador despedido como "absolutamente genéricos" y consideró que responden "más al ejercicio del derecho de libertad de expresión, incluso como mero desahogo, porque no insultan, son hechos y no ofensas", detalló.

DECLARACIÓN DE UN SACERDOTE

El único testimonio fue aportado por la diócesis y fue un sacerdote octogenario que explicó que en la casa sacerdotal viven unas 48 personas y que en su caso sólo va para dormir pues come y cena fuera de ella.

"Tenía a este trabajador como amigo en 'Facebook' y ya había hecho comentarios sobre la religión que a mí me daban igual pero sí que comuniqué al director los otros en los que se metía con la casa. Y luego me eliminó del grupo de amigos", agregó.

También detalló que él sale de la residencia sacerdotal a las 7,30 horas y entra y sale varias veces de ella a lo largo del día hasta que se vuelve para dormir a las 19,30 y, con ese horario, aseguró que el despedido sólo atendía la puerta y fregaba un poco el suelo del pasillo.

INSPECCIÓN Y DESPIDO

El relato de los hechos se remonta a noviembre de 2013, cuando el trabajador advierte al director de la casa sacerdotal de que va a denunciarle ante la Inspección de Trabajo por tenerle durante cuatro años durmiendo y comiendo en la residencia, y con un horario laboral de 80 horas a la semana en el último año.

Su abogada aludió a su "inexperiencia laboral en España" para explicar que al "sentirse desbordado y tras aguantar las condiciones de explotación", avisase a su director de que iba a denunciarle. Los días 8 y 10 de noviembre hace los comentarios en 'facebook', el día 15 de noviembre hay una inspección laboral y el 8 de diciembre recibe la carta de despido.

La abogada de la diócesis mantuvo en sus conclusiones que los comentarios dañaron la imagen de la demandada mientras que la del trabajador defendió la repercusión "muy limitada" de esos comentarios, ya que "solo" los amigos de 'Facebook' podían ver lo que escribía el trabajador en su perfil, que estaba cerrado. "Como si hubiese quedado con amigos en la cafetería para desahogarse. Y los otros podían comentar también lo que quisieran, pero el testigo no hizo ningún comentario y sólo comunicó lo que leyó", defendió.

La cuestión del horario laboral, según se explicó en la vista, justifica otra demanda de reclamación de horas extraordinarias, ya presentada por el trabajador. La demanda de despido improcedente quedó vista para sentencia.

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