Actualizado: miércoles, 25 agosto 2010 14:43

Confía en que sea puesta en marcha dentro de esta legislatura y critica que "no se haya dado ningún paso" en los últimos años

PALMA DE MALLORCA, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Consell de Mallorca confía en impulsar antes de que finalice la actual legislatura una nueva infraestructura para el tratamiento de residuos cárnicos, de entre tres alternativas que la Institución insular está estudiando, como son un digestor, una planta de biogás y un horno de incineración. Para cualquiera de los tres proyectos, la Administración supramunicipal maneja una inversión inicial de aproximadamente un millón de euros.

Así lo ha puesto de manifiesto en rueda de prensa el director insular de Residuos, Josep Maria Ferrà, después de que en los últimos días se hayan intensificado las protestas de los vecinos que residen cerca de la planta de tratamientos de Llucmajor, aquejados por los malos olores procedentes de la infraestructura, toda vez que el Ayuntamiento de esta localidad permanece a la espera de que se suprima la actividad de esta planta.

Ferrà ha lamentado que en los últimos años desde el Consell y bajo el mandato de UM en coalición con el PP "no se haya dado ningún paso adelante" para afrontar esta problemática, por lo que "no se puede esperar que nosotros demos una solución en una semana". Así las cosas, ha expresado su confianza en que dentro de este mandato pueda optarse por una de las anteriores tres propuestas y que esté en funcionamiento antes de que finalice la legislatura.

Para ello, la consellera de Medio Ambiente, Marilena Tugores, está visitando estas semanas infraestructuras de diversos puntos de la península -como un digestor en Cáceres y un horno de incineración en Andorra- antes de optar por una de las tres alternativas. Además, deben tenerse en cuenta los informes económicos, medio ambientales y técnicos así como consensuarse con la empresa concesionaria del tratamiento -Tirme- ya que previsiblemente la infraestructura se instalará en las dependencias de la adjudicataria.

TRASLADO PROVISIONAL DE LOS RESIDUOS A LA PENÍNSULA

Al mismo tiempo, el director insular ha explicado que debido a la imposibilidad de depositar los residuos en la planta de Llucmajor después de que el Consistorio haya limitado el camino de acceso -tras lo cual el matadero de Palma ha optado por cerrar temporalmente sus puertas-, como solución provisional los residuos se trasladarán a Son Reus para posteriormente ser enviados a la Península en contenedores de refrigeración.

En este sentido, ha apuntado que mediante este sistema se produce una diferencia de precio de unos 80 euros entre los 131 euros a los que asciende el traslado fuera de la isla y los 50 por tonelada que cobra la empresa encargada de la planta de Llucmajor, una finca con gusanos que devoran los residuos cárnicos para después ser utilizados como abono ecológico.

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