Razan, una niña yemení de 8 años afectada por los combates en Hodeida
SAVE THE CHILDREN
Actualizado: jueves, 2 agosto 2018 19:08

MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -

Unos 3.000 niños de media se ven desplazados cada día de sus hogares a causa de la batalla por el control de la provincia de Hodeida, en el sur de Yemen, entre los rebeldes huthis y la coalición internacional que apoya al Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, según ha denunciado este jueves Save the Children.

"Desde que estuve aquí por última vez, hace solo dos meses, la ciudad de Hodeida se ha convertido en algo así como un pueblo fantasma. Las calles están vacías incluso durante el día", ha descrito el director de la ONG en Yemen, Tamer Kirolos, que acaba de volver.

La razón es que Hodeida se ha convertido en el nuevo objetivo militar de las tropas regionales lideradas por Arabia Saudí, que pretenden arrebatar este importante puerto en el mar Rojo a los rebeldes chiíes, algo que les asestaría un duro golpe.

Según la ONU, en poco más de 50 días --entre el 1 de junio y el 24 de julio, huyeron de Hodeida más de 330.000 personas. "El viaje para aquellos que intentan huir a menudo no es más seguro", ha indica la ONG en un comunicado, porque "las familias tienen que enfrentarse a los campos de minas, los ataques aéreos y a cruzar áreas de combate activo en un intento por escapar de la zona asediada".

Con la última ola de violencia, que ha visto aumentar los bombardeos y estallidos de enfrentamientos mortales, la vida de miles de niños está en peligro, advierte Save the Children. Razan, una niña de 8 años, fue alcanzada en un ojo por la metralla de un ataque aéreo que les sorprendió a ella y su padre, Samir, cuando intentaban escapar.

"Traté de llegar a un lugar seguro para ver su ojo y la vendé con mi chal. Después tuvimos que seguir moviéndonos", ha contado su padre. Razan estuvo agonizando y pasó cinco días sin tratamiento médico. "Le pregunté si todavía podía ver a través de su ojo herido. Ella mintió y dijo que sí. Subimos al piso de arriba y le pedí que contara los pájaros que había fuera mientras yo le cubría el ojo bueno. Dijo que había dos, pero había cuatro", ha relatado Samir.

Razan finalmente pudo llegar a un hospital especializado donde Save the Children la remitió para una cirugía de emergencia que debería devolverle la vista. "Pero hay muchos más niños como ella que no reciben la atención que necesitan", ha recalcado la organización humanitaria.

La ONG ha explicado que, "incluso si lo logran, las aldeas y las comunidades a las que huyen están saturadas y simplemente no pueden hacer frente a la afluencia de personas o brindarles servicios esenciales", lo cual "pone en riesgo a todo el país, dejando a los más vulnerables viviendo en condiciones de hacinamiento y luchando por encontrar suficiente comida, agua o medicinas para sobrevivir".

"Esto podría llevar a una inseguridad alimentaria extrema o un brote de cólera, sarampión o difteria, enfermedades que ya se han apoderado de Yemen y afectan de manera desproporcionada a los niños más débiles y desnutridos, dejando un sistema de salud ya debilitado al borde del colapso", ha recordado Save the Children.

Kirolos ha llamado la atención sobre el hecho de que "Hodeida ya era la zona más pobre de Yemen, que es el país más pobre de Oriente Próximo, antes de esta última ofensiva y simplemente no puede soportar otro golpe". "La gente teme morir tanto si se quedan como si huyen (...) Nuestros esfuerzos son solo un yeso sobre una herida abierta", ha lamentado.

En este contexto, el jefe de la ONG en Yemen ha reclamado "un alto el fuego inmediato para evitar más víctimas civiles". "Hacemos un llamamiento a todas las partes para que sigan negociando con el enviado especial de la ONU, Martin Griffiths, para lograr un acuerdo de paz viable que ponga fin a esta guerra brutal y al sufrimiento de 22 millones de personas en Yemen", ha dicho.

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