La estación del hambre afectará a un 54 por ciento de mauritanos más que en 2017
MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Acción contra el Hambre ha denunciado este miércoles que la grave sequía que sufre Mauritania provocará que más de 600.000 mauritanos se queden sin alimentos entre junio y septiembre.
La ONG ha advertido en un comunicado de que "se trata de la peor sequía de los últimos años". Actualmente, hay 378.000 personas en situación de inseguridad alimentaria en país y ACH espera que la sequía agrave esta crisis. Según estimaciones de la organización, la estación del hambre de 2018 --que tiene lugar entre junio y septiembre-- afectará a un 54 por ciento más de mauritanos que la de 2017.
"Los factores desencadenantes de esta situación crítica han sido la grave sequía, que agotó los pastos mucho antes de lo habitual y tiró por lo suelos la producción láctea, y los precios del ganado en un país en el que el pastoreo es el principal medio de subsistencia", ha explicado la responsable en Mauritania de ACH, Elena Vicario.
"Ahora el impacto se empezará a ver sobre las personas, especialmente entre los niños y niñas más pequeños, con lo que la respuesta humanitaria debe ser lo más rápida y extensa posible", ha añadido Vicario.
La organización ha destacado que uno de los colectivos afectados por esta crisis es el de los refugiados malienses. Vicario ha denunciado que "apenas se ha cubierto el 6 por ciento del llamamiento humanitario realizado para los refugiados en Mauritania, que dependen completamente de la asistencia alimentaria".
PLAN DE EMERGENCIA
Para tratar de paliar la crisis, Acción contra el Hambre ha diseñado un plan junto al Ejecutivo centrado en la seguridad alimentaria, la nutrición y los medios de vida en las regiones mas vulnerables. El objetivo es ayudar a medio millón de personas, sobre todo niños menores de cinco años y mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, según el comunicado.
La responsable de seguridad alimentaria de Acción contra el hambre, Hélène Pasquier, ha señalado que "la distribución de dinero en efectivo se está convirtiendo en una de las respuestas de emergencia más efectivas porque permite asistir a un mayor número de personas en comparación a la distribución de comida".
"Además, este tipo de respuesta fortalece la dignidad de las personas afectadas pudiendo priorizar sus necesidades y utilizar la ayuda con una mayor flexibilidad", ha concluido.
