Los 'cascos azules' realizan disparos de advertencia en la base de Malakal para proteger a civiles

Actualizado: miércoles, 15 enero 2014 20:37

NUEVA YORK, 15 Ene. (Reuters/EP) -

Los 'cascos azules' desplegados en Sudán del Sur han realizado disparos de advertencia para disuadir a los milicianos de acercarse a la base de Naciones Unidas en Malakal, después de que hasta las instalaciones llegasen disparos que provocaron decenas de heridos y la muerte de al menos uno de los miles de civiles refugiados en la base.

El incidente tuvo lugar el martes en la base de Naciones Unidas en Malakal, un importante punto de tránsito y centro administrativo para la producción de petróleo del estado de Alto Nilo, según ha relatado el portavoz de la ONU Martin Nesirky en una rueda de prensa.

"Un civil que buscaba refugio en la base de Malakal murió tiroteado después de que los disparos alcanzasen la base ayer", ha indicado Nesirky. "Decenas de civiles y un oficial militar de la ONU han sufrido heridas de bala dentro de la base, por lo que han recibido atención médica", ha afirmado.

"La misión ha explicado que los 'cascos azules' dispararon varias rondas de fuego para disuadir a cualquiera que estuviese implicado en el enfrentamiento de acercarse más a la base, con el objetivo de proteger a los civiles", ha asegurado Nesirky.

El portavoz de Naciones Unidas ha indicado que los 'cascos azules' están protegiendo a más de 65.000 civiles que han buscado refugio en las bases de Naciones Unidas para escapar de la violencia que azota el país tras el enfrentamiento de tribus rivales.

"Hoy la misión ha informado de que el enfrentamiento se ha detenido en Malakal, aunque la situación continúa siendo incierta", ha afirmado Nesirky, que ha añadido que todavía se pueden oír "tiroteos esporádicos" a cierta distancia de la base, que en este momento protege a unos 20.000 civiles.

Según Nesirky, la base también ha informado del sonido de "fuertes explosiones y tiroteos" en las proximidades de su base en Bor, donde los 'cascos azules' protegen a unos 9.000 refugiados.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha cifrado en 400.000 los refugiados por la ola de violencia que comenzó el pasado mes de diciembre con el intento de golpe de Estado denunciado por el presidente, Salva Kiir.

El secretario de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, acusó el martes al Ejército sursudanés y a los rebeldes liderados por el exvicepresidente Riek Machar de robar la asistencia alimentaria y los vehículos empleados por los cooperantes desplegados en el país.

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