El Consejo de Seguridad inicia las gestiones para sancionar al líder de Boko Haram

Actualizado: miércoles, 11 junio 2014 20:03

NUEVA YORK, 11 Jun. (Reuters/EP) -

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha iniciado las gestiones para sancionar al líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, y a su facción Ansaru. Esta es la primera sanción individual desde que el grupo pasó a formar parte de la 'lista negra' de Naciones Unidas el mes pasado.

Rusia ha retrasado el proceso de designar un técnico, pero los diplomáticos creen que es simplemente para dar a Moscú más tiempo para completar su revisión de la propuesta hecha por Nigeria al Consejo de Seguridad del Comité de Sanciones de Al Qaeda. Una vez que Rusia cambie su postura, los movimientos internacionales de Shekau y Ansaru se podrían prohibir y también se congelarían sus cuentas.

"Esperamos que esas listas se aprueben y que sean sancionados, quizá para finales de esta semana o principios de la que viene", ha dicho un diplomático del Consejo.

El mes pasado, el Comité de Sanciones a Al Qaeda del Consejo de Seguridad incluyó a Boko Haram en la 'lista negra' a petición de Nigeria, tras la indignación mundial por el secuestro de más de 250 niñas de un instituto en el noreste de Nigeria el 14 de abril.

El grupo de milicianos islamistas aparece descrito en el listado de Naciones Unidas como un aliado de Al Qaeda y de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Por tanto, queda sometido a una prohibición internacional para viajar, congelación de cuentas y embargo armamentístico.

La facción de Boko Haram, Ansaru, que está acusada del asesinato de varios rehenes occidentales, es el afiliado de AQMI en Nigeria, y se llaman a sí mismos "Al Qaeda en la tierra más allá del Sáhara" en un vídeo con rehenes italianos y británicos en 2011.

Ansaru se separó de Boko Haram en un protesta que mató a 186 personas, la mayoría civiles musulmanes, en la ciudad de Kano, en 2012.

Shekau es el supuesto líder de Boko Haram. Hace un año, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ofreció una recompensa de 7 millones de dólares (más de 5 millones de euros) para conseguir información sobre su paradero.

La insurgencia de Boko Haram, nacida hace cinco años, busca implantar el califato islámico en Nigeria, cuya población de 170 millones de personas está dividida entre musulmanes y cristianos. El grupo, una imitación del movimiento talibán de Afganistán, se ha convertido en una de las mayores amenazas del país.

El Gobierno de Nigeria y el Ejército aseguran que están haciendo todo lo posible para liberar a las niñas, y que saben dónde están. Por su parte, Boko Haram ha pedido un intercambio de los prisioneros de la milicia y dicen que cualquier orden para forzar la liberación podría acabar en un baño de sangre.

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