Los expertos políticos consideran que el país árabe aprovecha la influencia iraní para portenciar su actividad en la región
MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
En su comparecencia en una sesión especial del Congreso, los expertos de la Brookings Institution presentaron ante las autoridades estadounidenses una amplia perspectiva del estado actual de las relaciones con Siria, un país al que los representantes del grupo acusaron de "mantener una postura hostil contra los intereses estadounidenses en Oriente Próximo" y al que "su cercanía con Irán le concede una importante posición" dentro de la realidad de la zona.
"Siria tendrá que pagar el precio (de la normalización de las relaciones con EEUU), si quiere que Estados Unidos levante un dedo a su favor", explicaron los expertos ante el Congreso. El precio a pagar deberá ser, en general, que Siria deje de actuar como potencial obstáculo del proceso presidencial en Líbano, que expulse a los extremistas iraquíes a los que concedió asilo tras el fin del régimen de Sadam Husein y que desista en su papel de contribuyente al desarrollo de tecnología nuclear con fines militares, como potencial factor desestabilizador de la zona.
EL CONTEXTO
Por lo que a Irak se refiere, los expertos de la Brookings declararon que el presidente sirio, Bashar al Asad había concedido refugio a "extremistas del partido Baaz", de Sadam Husein, "que han intentado atacar al Gobierni iraquí y matar americanos. Según los expertos, todos los intentos emprendidos por Washington para conseguir que Damasco cese tales actividades han resultado infructosos. Además, Siria ha aprovechado estos encuentros para dar una falsa imagen de progreso en las negociaciones y de estabilidad en Irak, de acuerdo con el grupo de análisis.
"Los sirios son unos maestros de la interpretación", aseguraron los expertos. "Siempre han difundido públicamente que las reuniones de alto nivel emprendidas con Washington eran señal de que las relaciones con EEUU eran excelentes, lo que ha dado una impresione equivocada a todo el mundo", añadieron antes de concluir que "mientras las visitas de EEUU tenían como objetivo intensificar la presión, los sirios se han aprovechado de ello para quitarse esa misma presión de encima".
En el caso de Líbano, la Brookings remitió al asesinato del ex primer ministro libanés, Rafik Hariri en julio de 2006. Siria se vio afectada por el atentado, ya que Hariri despertaba grandes simpatías entre el pueblo saudí, y los árabes del Golfo señalaron que la "agresión de Hezbolá fue una jugada de poder iraní", tradicional aliado de Damasco.
Otro de los puntos de influencia siria en la región tiene lugar en los territorios palestinos. Ahí, Damasco "respalda sólidamente a Hamás, dando cobijo a sus líderes, y es una obstrucción para el proceso de paz".
Y finalmente, en lo que a la "dimensión nuclear" se refiere, si bien el grupo de analistas reconoce su "incapacidad de comprender" las ramificaciones del pasado ataque israelí contra una presunta base nuclear relacionada con Corea del Norte en territorio sirio, "es un recordatorio del potencial peligro que encierra un conflicto árabe-israelí", ya que Siria ya posee "otros tipos de armas de destrucción masiva, si no armas nucleares".
¿QUÉ ESPERA AHORA?
La condición sine qua non para el inicio del proceso de normalización de las relaciones entre Siria y Estados Unidos pasa por el cese de relaciones entre Damasco y Teherán. Lo cual parece difícil ya que el Gobierno sirio emplea a Irán para fortalecer su posición en la región.
"Siria es un país esencialmente débil que se ha convertido en un actor importante en el mundo árabe a través de su alianza con Irán", según consideraron los analistas. Por todo ello, "las políticas de Siria hacen difícil visualizar cualquier tipo de aproximación negociadora".
El caso de Líbano es un ejemplo, sobre todo desde la inclusión de Damasco en el proceso de paz para Oriente Próximo. "¿Va a dejar Siria a Líbano en paz?", se preguntaron los expertos, que lamentaron "el bloqueo político constante que Siria ejerce como opresor a la hora de obstaculizar el nombramiento de un presidente en Líbano".
ACERCAMIENTO SIRIO-ISRAELÍ
En lo que se refiere a un posible acercamiento entre Siria e Israel, para el Estado hebreo supone una ventaja "remachar las negociaciones con Siria para tratar tranquilamente con la agónica cuestión palestina", pero el grupo de expertos estima no obstante dos puntos a considerar.
El primero de ellos es que existen dudas sobre si la política interior israelí es capaz de asimilar la negociacion con los sirios al mismo tiempo que se ocupa de la situación en Gaza y Cisjordania. El problema radica en que "uno de los axiomas para la paz en Oriente Próximo es que el sistema político israelí sólo puede realizar una concesión importante en cada frente, y nunca al mismo tiempo". Dado que el proceso negociador con los palestinos está relativamente en marcha, queda en manos de Israel decidir si puede con todo.
Y en segundo lugar, es esencial para la Brookings que "Israel y Estados Unidos coordinen sus respectivas estrategias hacia Siria" y tener en cuenta el "contexto árabe", dadas las implicaciones que podría provocar semejante acuerdo en los árabes moderados, precisamente aquellos que deberían salir fortalecidos de cualquier acuerdo que implique a estos países", según el grupo.
