NAIROBI, 11 Jul. (Reuters/EP) -
Dos grupos armados han matado esta semana a cuatro rinocerontes en Kenia en el que posiblemente sea el peor incidente de caza furtiva de los últimos 25 años en el país, según ha declarado este viernes el portavoz del Servicio de Vida Salvaje de Kenia (KWS por sus siglas en inglés), Paul Muya.
La caza furtiva en el África subsahariana aumenta a medida que los cazadores matan a animales por sus colmillos y a los rinocerontes por sus cuernos, que en muchas ocasiones se envían a Asia para la realización de ornamentos y medicinas.
Con los cuatro rinocerontes abatidos esta semana suman ya 22 en este último año. Sólo 1.037 rinocerontes continúan con vida en las reservas naturales y los parques nacionales del KWS, ha alertado Muya.
La cacería tuvo lugar este miércoles en el rancho privado de Ol Jogi, a unos 200 kilómetros de Nairobi. Muya ha explicado que los furtivos lograron escapar con tres de los ocho cuernos de los animales.
Muya ha declarado que considera que este es el mayor ataque relacionado con la caza furtiva que ha tenido lugar en Kenia desde que en 1988 cinco rinocerontes fuesen asesinados en una redada en el parque nacional de Meru.
Un conservacionista que ha preferido mantenerse en el anonimato ha declarado que lo sucedido indica que los rinocerontes ya no están seguros en ningún lado. "Aquí hay unos niveles de seguridad muy elevados, así que los rinocerontes no están seguros en ningún sitio", ha añadido.
El Parlamento del país ha aprobado leyes muy estrictas contra la caza furtiva y el Gobierno ha reforzado la seguridad en los parques para detener la caza, que amenaza la industria del turismo en el país, famoso por sus parques naturales.
"MIENTRAS HAYA DINERO DE POR MEDIO"
Kenia ha pasado en los últimos años a ser la mayor ruta del marfil entre el este y centro de África hacia los mercados asiáticos, donde los cuernos de rinoceronte pueden alcanzar un valor superior al del platino y el oro.
En las grandes ciudades el precio del kilogramo de este material se sitúa en torno a los 65.000 dólares (unos 47.700 euros), frente a los 42.920 dólares (31.550 euros) del oro y los 48.450 dólares (35.510 euros) del platino.
Las autoridades sitúan en 13,5 las toneladas de marfil confiscadas en el puerto de la ciudad de Mombasa en el último año, la mayor parte de ellos procedentes de los países de la región.
Las autoridades han empezado a emplear nuevas tecnologías para aumentar la vigilancia, incluidos 'drones' para localizar a los cazadores furtivos y controlar la itinerancia de elefantes y rinocerontes en los parques nacionales.
Richard Vigne, el director ejecutivo de la reserva de Ol Pejeta, ha explicado que la caza de rinocerontes continuará existiendo en tanto continúe habiendo demanda de marfil desde Asia, sobre todo desde Vietnam. "Este tipo de caza va a continuar mientras el dinero esté involucrado", ha sentenciado.
