SEÚL, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los representantes de las delegaciones de Pyongyang y Seúl han acordado este viernes celebrar las reuniones de familias separadas a finales de este mes, como estaba previsto, durante la primera reunión de alto nivel que celebran los dos países desde 2007.
Ambas Coreas han acordado, además, dejar de realizar comentarios difamatorios el uno contra el otro para construir una base de confianza mutua, según las declaraciones del jefe de la delegación surcoreana, Kim Kyou Hyun, recogidas por la agencia de noticias Yonhap.
"Es muy significativo que las dos Coreas den este primer paso hacia el desarrollo de unas relaciones intercoreanas basadas en la confianza", ha asegurado Kim. "Espero que las dos Coreas sigan construyendo esa confianza a través del diálogo en el futuro", ha añadido.
Kim ha anunciado el compromiso de los dos países en el intento de mejorar sus relaciones y han programado otra ronda de conversaciones de alto nivel próximamente, aunque no han detallado la fecha.
El acuerdo se ha tomado durante la primera ronda de conversaciones de alto nivel que se celebra entre Pyongyang y Seúl desde 2007, y ha tenido lugar en la localidad fronteriza de Panmunjom, donde se firmó el armisticio tras la guerra de Corea, en 1953.
Las dos partes también han discutido en repetidas ocasiones acerca de los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, que celebrarán a finales de mes y que coinciden, parcialmente, con la nueva ronda de reuniones de las familias separadas tras la firma de un alto el fuego que dio fin a la guerra de Corea.
Este miércoles, durante la primera jornada de las conversaciones, la delegación norcoreana pidió a Seúl que retrasara los ensayos militares hasta que las reuniones familiares hubiesen finalizado. No obstante, Seúl se negó a ceder a la petición de Pyongyang.
Corea del Sur enviará un equipo compuesto por 15 personas este sábado a la zona de la montaña de Kumgang para preparar las reuniones.
VISITA DE KERRY A SEÚL
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ha visitado este jueves Seúl donde, tras conversar con su homólogo sucoreano, Yun Byng Se, ha pedido a Pyongyang que no relacione "cuestiones humanitarias como las reunificaciones (familiares) con otras cuestiones", en referencia a los ejercicios militares conjuntos.
Corea del Norte considera que los ejercicios militares son un ensayo para una hipotética guerra. No obstante, Washington y Seúl han asegurado en repetidas ocasiones que los ejercicios anuales que celebran conjuntamente son de naturaleza defensiva.
