MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -
La Embajada de Estados Unidos en Líbano ha aplaudido este martes la celebración de elecciones parlamentarias el domingo en el país y ha pedido a todos los partidos del país que "respeten la política de disociación de los conflictos en el extranjero".
"En un momento en el que Líbano está a la espera de formar un nuevo Gobierno, pedimos a todos los partidos que cumplan las obligaciones internacionales de Líbano, incluidas las contenidas en las resoluciones 1159 y 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, así como la política de disociación de Líbano de los conflictos en el extranjero", ha dicho en su comunicado.
"Esperamos que el próximo Gobierno siga en el camino hacia la construcción de un Líbano estable y seguro comprometido con la paz y que dé respuesta a las necesidades del pueblo libanés", ha agregado.
Asimismo, ha aplaudido el trabajo de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad Interna durante las elecciones, al tiempo que ha resaltado que "garantizar las medidas de seguridad para que el pueblo libanés ejerciera su derecho al voto de forma segura".
El partido-milicía chií Hezbolá y sus aliados conseguirán más de la mitad de los 128 escaños en liza en las elecciones parlamentarias, según los resultados provisionales difundidos por líderes políticos y medios locales.
En caso de confirmarse el resultado con los datos definitivos de la cita con las urnas, la mayoría de escaños de Hezbolá y sus aliados supondría un claro impulso para el partido-milicia, que se ha significado por apoyar militarmente al régimen que preside Bashar al Assad en la guerra de Siria.
La posición de poder de Hezbolá en Líbano refleja también el peso de Irán en la región y una influencia que va de Líbano hasta Irak y Siria. Hezbolá se declara enemigo del vecino Israel y está clasificado como un grupo terrorista por Estados Unidos.
Los resultados provisionales señalan que el actual primer ministro, el suní Saad Hariri, será el líder de esta comunidad con mayor fuerza en el Parlamento, lo que le sitúa en una excelente posición para liderar el próximo ejecutivo a pesar de que ha perdido escaños en varios de sus bastiones.
El sistema político que rige Líbano establece que corresponde a un suní el cargo de primer ministro. Se prevé que el próximo gobierno, igual que el saliente, esté compuesto por líderes políticos de los principales partidos del arco parlamentario.
