BANJUL, 6 Dic. (Reuters/EP) -
El Consejo de Seguridad de Estados Unidos --organismo dependiente de la Adminstración Obama-- ha expresado este sábado su preocupación con la decisión de las autoridades gambianas de impedir la entrada de investigadores de Naciones Unidas para esclarecer las desapariciones forzadas de activistas pro Derechos Humanos y periodistas, así como la promulgación de una nueva ley que restringe los derechos de los homosexuales.
La declaración estadounidense, emitida el pasado jueves pero anunciada hoy por los medios oficiales gambianos, ha sido propulsada por la desaparición en 2013 de dos ciudadanos norteamericanos (pero nacidos en Gambia) y la falta de interés de las autoridades del país africano en averiguar su paradero. Se trata de Alhaji Ceesay y Ebrima Jobe, quienes viajaron en junio de ese año al país para abrir un negocio informático y, desde entonces, nada más se supo.
"Seguimos preocupados por los constantes informes sobre desapariciones forzadas, así como las detenciones, de periodistas, funcionarios y defensores de los derechos humanos", según ha explicado la portavoz del NSC, Bernadette Meehan.
Los investigadores de Naciones Unidas han podido entrar en el país pero se les ha restringido el acceso a la prisión de Banjul, donde podrían encontrarse decenas de presos ilegalmente detenidos por el Estado gambiano. Además, tampoco han podido recabar información sobre las denuncias de torturas y asesinato extrajudiciales contra miembros de la oposición al presidente Yahya Jammeh, en el poder desde 1994 tras un golpe militar.
El propio Jammeh promulgó en octubre una nueva legislación que introducía el concepto de "homosexualidad con agravante", que refleja delitos como "mantener sexo con menores o extender el virus del VIH" so pena de cadena perpetua en prisión. Naciones Unidas sospecha sin embargo que esta legislación tiene por objetivo la persecución de la homosexualidad en términos generales.
La condena internacional ha puesto a la defensiva a las autoridades gambianas hasta el punto de que el Ministerio de Exteriores amenazó esta semana con cortar lazos con la Unión Europea si insistía en sus críticas.
