BUCAREST, 8 Nov. (Reuters/EP) -
Miles de rumanos han salido a la calle en las ciudades de Bucarest, Cluj y Timisoara para protestar por la imposibilidad de votar desde el extranjero. Los hechos tuvieron lugar el pasado domingo durante la primera ronda de las elecciones presidenciales.
Cientos de ciudadanos rumanos residentes en otros estados miembros de la Unión Europea y en otros países pensaban votar en embajadas y consulados. Los votantes se quejaron de largas colas y de que se agotaran las papeletas para ejercer el voto. La Embajada rumana en París llegó a llamar a la Policía francesa para poner orden.
El primer ministro rumano, Victor Ponta, ha sido duramente criticado por los manifestantes por no haber podido asegurar el ejercicio del derecho a voto de todos los ciudadanos. Un manifestante ha explicado a la agencia Reuters que "los errores cometidos por el Gobierno de Ponta son inaceptables". Por su parte, el Gobierno ha prometido mejores condiciones para la segunda vuelta de las elecciones.
Para los rumanos, todos los ciudadanos que han tenido que salir del país para buscar un trabajo merecen un enorme respeto. Son los más de cuatro millones que forman la diáspora rumana, que se ha convertido en un símbolo de la mala situación económica del país. Por ello, miles de rumanos sienten que el Gobierno los ha insultado gravemente.
