MANILA, 17 Dic. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Filipinas tiene planeado adquirir dos fragatas, dos helicópteros y tres buques de guerra para desplegarlos en el mar de China de mar de China Meridional, en el que mantiene disputas territoriales con China, según ha dicho este miércoles un mando de la Armada del país asiático.
"Los últimos acontecimientos en el mar del oeste de Filipinas han aumentado la urgencia de la adquisición", ha dicho el jefe de Sistemas de Armas de la Marina de Filipinas, el contralmirante Caesar Taccad.
Filipinas ha aprobado un programa de modernización de su capacidad de defensa de las fronteras para los próximos quince años, dotado con más de 1.600 millones de euros. La compra del material anunciado este miércoles supone el desembolso de 702 millones de euros. Según ha dicho Taccad, el Gobierno planea comprar nuevos buques de guerra para principios de 2015.
China ha reclamado parte de las islas Spratlys y se cree que ha comenzado a construir pistas de aterrizaje y puertos en cinco arrecifes para obtener el control de las mismas.
Por su parte, Filipinas, aliado de Estados Unidos, ha presentado una petición de arbitraje internacional contra China, en busca de la clarificación de sus derechos en virtud de la Convención sobre el Derecho del Mar de la ONU. China se ha negado a participar en el caso, que se espera que finalice en 2015. Vietnam pidió la revisión de su posición al tribunal de arbitraje recientemente, lo que causó el enfado de China.
Corea del Sur, España y Francia ha presentado demandas al tribunal por la entrada furtiva de dos fragatas de combate valoradas en 14.500 millones de euros, mientras que Italia e Indonesia pujan por dos helicópteros anti submarinos, según Tacca.
Indonesia ha comprado dos embarcaciones estratégicas que zarparán a principios de 2016. Taiwan y otros cinco astilleros compiten por tres naves de combate.
China considera suya la totalidad del mar del sur de China y reclama los territorios en esta zona de Filipinas, Brunei, Malasia, Vietnam y Taiwan. El conflicto entre Filipinas y China se ha endurecido desde junio de 2012, cuando China tomó el peñón de Scarborough, rico en petróleo y gas natural.
