MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado el atentado perpetrado el domingo contra un convoy militar en la región maliense de Gao (norte), que se saldó con la muerte de cuatro civiles.
"El secretario general expresa sus sentidas condolencias a las familias de las víctimas y al Gobierno de Malí y desea una pronta recuperación a los heridos", ha dicho el viceportavoz de la Secretaría General de la ONU, Farhan Haq.
Asimismo, ha destacado que Guterres "reitera la determinación de la ONU a seguir apoyando, junto a las fuerzas internacionales que operan bajo los mandatos relevantes del Consejo de Seguridad, los incansables esfuerzos de las autoridades y el pueblo maliense para la estabilización del país".
Los atacantes hicieron explotar un coche bomba y luego atacaron con armas ligeras a una patrulla conjunta del Ejército de Malí y de militares franceses integrados en la Operación Barkhane de lucha contra el yihadismo.
El Ministerio de Seguridad de Malí confirmó tras el ataque que todas las víctimas mortales eran civiles y cifró en 31 el número de heridos, entre ellos ocho militares franceses.
Un portavoz del Ejército francés, Patrick Steiger, informó por su parte de que la explosión alcanzó a tres vehículos franceses. Además confirmó "varias muertes de civiles", sin dar por el momento más detalles.
Las fuerzas de la ONU y francesas han sufrido ataques esporádicos en el último año por parte de grupos yihadistas bien armados, considerados la mayor amenaza a la seguridad de la zona del Sahel. A pesar de los logros de la intervención, los yihadistas han logrado explotar la tensión política y étnica para reclutar a nuevos miembros.
Francia cuenta con unos 4.000 efectivos militares en la región para combatir a las organizaciones yihadistas en Malí y otras antiguas colonias francesas de la zona del Sahel.
El ataque tuvo lugar dos días después de la muerte de seis personas en un asalto contra la sede en el centro de Malí de la fuerza internacional G5 Sahel, creada el año pasado para combatir la violencia yihadista en esta región de África Occidental.
El norte de Malí es una región convulsa con presencia de tropas francesas desde la revuelta tuareg de 2013, que rápidamente fue secuestrada por grupos yihadistas, lo que provocó la intervención militar de París en su antigua colonia. La inestabilidad se ha extendido en los últimos meses hacia la zona centro del país.
