HRW acusa a las YPG kurdas de seguir reclutando a niños pese a los compromisos adquiridos

Milicianos de las YPG
REUTERS / GORAN TOMASEVIC
Actualizado: viernes, 3 agosto 2018 13:32

MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas, una fuerza rebelde especialmente presente en la parte norte de Siria y respaldada por Estados Unidos, ha seguido reclutando a menores para sumarlos a sus filas a pesar de que se había comprometido a poner fin a dicha práctica, ha denunciado Human Rights Watch (HRW).

El último informe de la ONU sobre niños y conflictos armados elevó a 224 los casos detectados en las YPG y en su filial de mujeres, lo que supone multiplicar por cinco los del año precedente. Una tercera parte de las víctimas eran niñas y en al menos tres de los casos los menores participaron en tareas de combate.

El Derecho Internacional prohíbe a los grupos armados reclutar a menores de 18 años y, cuando se trata de niños de menos de 15 años, constituye un crimen de guerra. Sin embargo, según la directora de emergencias en funciones de HRW, Priyanka Motaparthy, las YPG "aún reclutan a niños para entrenarlos militarmente en los territorios que controlan".

Motaparthy ha considerado "especialmente horrible" que el grupo "reclute a niños de familias vulnerables en campos de desplazados, sin el conocimiento de sus padres o incluso sin decirles a estos dónde están sus hijos", por lo que ha instado a Estados Unidos, principal valedor internacional de las YPG, a pronunciarse.

Ocho familias entrevistadas por HRW en tres campos de desplazados han confirmado el reclutamiento de seis niñas y dos niños de entre 13 y 17 años. La mayoría de las familias perdieron el contacto, aunque una de las madres ha asegurado que su hijo, de 16 años, murió cuando combatía para intentar recuperar la ciudad de Raqqa de manos del grupo terrorista Estado Islámico.

Las familias entrevistadas afirman que los menores se alistaron de forma voluntariamente en las YPG, si bien en muchos casos se trata de la única vía para salir adelante. "Somos pobres y le dijeron a mi hija que le darían dinero y ropa", asegura la madre de una niña de 13 años que estuvo un mes desaparecida.

Otra mujer afirma que recibe 300 dólares al mes como contraprestación por la labor de su hija, con la que lleva seis meses sin hablar. "Fui a la puerta principal (del campo) y pregunté por ella a los responsables. Me dijeron que estaba bien, pero les dije que quería una foto o un mensaje de voz", relata a la ONG.

Tampoco ha recibido ninguna llamada otra madre de una menor de 17 años que quiere conocer el paradero y situación de su hija antes de mudarse a Damasco, donde tiene una casa. Como ella, muchos padres temen que si se mueven de los campos para desplazados sus hijos nunca más puedan volver a encontrarlos.

RECLAMA ALTERNATIVAS

HRW ya envió a finales de junio una carta a la administración autónoma jurda del norte de Siria para reclamar medidas que pongan fin al reclutamiento de niños y, aunque las autoridades locales han reconocido en su respuesta la existencia de dicha práctica, han alegado que las familias son informadas y que los menores de 18 años no participan en tareas de combate.

En tres de los casos documentados por HRW los menores escapaban de abusos y otros problemas en el hogar, un argumento al que también se han agarrado las autoridades localres. "Aunque los niños huyan de la violencia doméstica o de la pobreza, las YPG no les está protegiendo al reclutarles", ha advertido Motaparthy, que ha insistido en que la única protección posible es que tengan "alternativas para garantizar que no pierden su futuro o sus vidas".

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