Identificar a los niños solos y reunirles con sus familia, una prioridad tras la tragedia en Indonesia

Un niño junto a una vivienda destruida en Palu (Indonesia)
UNICEF/ ARIMACS WILANDER
Publicado: viernes, 5 octubre 2018 18:11

Save the Children advierte de que inminente crisis de salud a menos que no haya suministro de agua potable

MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -

Numerosos niños quedaron separados de sus familias o han perdido a sus seres queridos a raíz del terremoto y posterior tsunami que golpeó el pasado 28 de septiembre la isla de Célebes, en Indonesia, por lo que el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) junto con el Ministerio de Asuntos Sociales indonesio ha puesto en marcha ya un proceso para su identificación.

Para ello, en las zonas afectadas se han establecido doce puestos en los que se prevé identificar a los menores separados o no acompañados y que se usarán también como espacios seguros para que los niños puedan jugar y empezar a recuperarse del trauma vivido.

"En los próximos días instalaremos espacios amigos de la infancia y aulas temporales, y distribuiremos materiales lúdicos para ayudar a los niños a lidiar con las secuelas del desastre", ha explicado la jefa de Protección Infantil de UNICEF en Indonesia, Amanda Bissex.

UNICEF está ayudando al Ministerio de Asuntos Sociales indonesio a implementar la base de datos "Primero", el único sistema disponible en el país que apoya la localización y reunificación familiar y que había sido desarrollado de antemano.

Además, se está preparando a trabajadores sociales para atender y proteger a los niños en caso de violencia, abuso o explotación, ya que en una situación como la actual quedan más expuestos, y está previsto ofrecer igualmente apoyo psicosocial.

REUNIFICACIÓN FAMILIAR

La identificación y la reunificación de los niños con sus familias es clave en situaciones de desastre como la vivida en Célebes, ya que los menores solos son más vulnerables a los abusos. Un ejemplo de ello es el de una niña a la que dejaron en las puertas de un hospital militar al día siguiente de la tragedia en Palu.

La niña, cuya historia ha sido recogida por Reuters, tiene unos 4 años y llegó muy traumatizada, sin que su estado haya mejorado. "No nos dice su nombre", cuenta el director del hospital Wirabuana, el coronel Ahmad Zumaro. "Si le hablas, siempre llora, especialmente si le preguntas por su madre o su padre", añade.

La menor permanece en el hospital acompañada por un hombre, Ahuridin, que dice ser su tío y que es uno de los tres hombres que se presentaron después de que las autoridades publicaran una foto de la niña en Facebook.

Zumaro duda de que sea su tío mientras que un funcionario del Ministerio de Asuntos Sociales asegura que se comprobará si es cierto. "La mantiene tranquila, pero debe demostrar que la niña es de su familia", subraya.

Las autoridades quieren que les muestre una foto que demuestre que es su tío, ya que realizar pruebas de ADN resulta demasiado caro, explica un responsable de protección de menores de Save the Children, Zubedy Koteng. "No hay una verificación adecuada o documentación para las personas que ha quedado separadas", añade.

Save the Children gestiona un centro en Palu en el que se atiende a 30 menores, pero Koteng reconoce que hay muchos más necesitados en otras zonas. "El gran problema es el acceso. Hay muchas zonas a las que no ha llegado la ayuda. No tenemos suficiente apoyo", reconoce.

CRISIS DE SALUD INMINENTE

Por otra parte, Save the Children ha advertido de una inminente crisis de salud si no se establecen suministros de agua limpia y se construyen letrinas de emergencia en la zona afectada, ya que los inodoros, tuberías e instalaciones de saneamiento han quedado seriamente dañados y ya hay aguas residuales en las calles.

"En Palu y sus alrededores, la red de tuberías de agua se ha roto en pedazos. Los baños han sido destruidos. Las instalaciones de saneamiento están rotas, lo que significa que no hay manera de tratar los desechos humanos", explica Andi Dyah, especialista en agua y saneamiento que trabaja junto a Save the Children.

"El agua que se toma de fuentes locales a menudo es marrón y está llena de sedimentos, lo que es extremadamente peligroso para el consumo humano", alerta, subrayando que cada vez se ven más "casos de diarrea, con la creciente preocupación de un brote".

Según Dyah, "esto es muy peligroso en el caso de los niños, que son más propensos a sucumbir a la deshidratación o la desnutrición debido a la diarrea". "Con la defecación al aire libre, la única opción para muchas familias, tenemos una crisis de salud a punto de comenzar", advierte.

Así las cosas, previene de que si no se puede establecer rápidamente un suministro constante de agua potable, "veremos un aumento significativo de los casos de diarrea en los próximos días y semanas, así como otras enfermedades transmitidas por el agua".

Leer más acerca de: