NUEVA YORK, 29 Sep. (Reuters/EP) -
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha recalcado este viernes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó esta semana a China y no a Rusia de interferir en las elecciones estadounidenses.
Trump acusó este miércoles al gobierno chino de tratar de influir en las elecciones legislativas estadounidenses del 6 de noviembre contra su partido republicano, algo que China ha negado.
"Esta vez culpó a China solo por la interferencia, no mencionó a Rusia; bueno, él no nos mencionó antes", ha afirmado Lavrov a los periodistas en el marco de la Asamblea General de la ONU. "Somos las últimas personas interesadas en interferir en los asuntos interiores", ha aseverado.
El ministro ruso, un veterano diplomático con un sentido del humor irónico, ha subrayado el hecho de que Trump se ha mostrado reacio a culpar a Rusia por su presunta intromisión en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 que lo llevaron a la Casa Blanca.
Un informe de enero de 2017 de las agencias de Inteligencia estadounidenses descubrió que el presidente ruso, Vladimir Putin, había ordenado una campaña de influencia destinada a socavar la fe en los procesos democráticos de Estados Unidos y perjudicar a la candidata demócrata Hillary Clinton. También descubrió que Rusia había tratado de ayudar a la candidatura republicana de Trump.
El fiscal especial de Estados Unidos, Robert Mueller, que se encuentra al frente de la investigación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses. Tanto Trump como Rusia lo han negado.
Cuando se le preguntó por separado si Rusia estaba atrayendo a los agricultores de Sudáfrica, que sopesa si es necesario modificar su Constitución para permitir la expropiación de tierras, Lavrov ha contestado: "No, esta vez estamos ocupados con entrometernos en las elecciones de Cataluña", algo que ha provocado risas. "No hay tiempo para esto, ya sabes, está demasiado lejos".
