Las madres forzosas de Boko Haram: seis historias de Maiduguri

Niña secuestrada por Boko Haram
UNICEF/VLAD SOKHIN
Actualizado: sábado, 14 abril 2018 7:10

MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

Este sábado se cumplen cuatro años desde que 219 niñas cayeran en las garras de la secta Boko Haram, un símbolo de la crueldad exhibida por la organización terrorista en el país africano y en sus vecinos Chad y Níger.

A los chicos de 13 años no solo se les enseña a combatir, sino también a pilotar motocicletas para trasladar combustible, municiones y combatientes, mientras que otros tienen que proteger a sus compañeros secuestrados y se les amenaza con la muerte si alguien escapa bajo su vigilancia.

Para las niñas en cautiverio, sus roles son más limitados y sus posibilidades de fuga, más reducidas. Les asignan 'maridos' que las violan tras una farsa de "matrimonio". Se enfrentan a períodos de aislamiento mientras los maridos están ausentes, y períodos de repetidas violaciones cuando regresan. Muchas niñas, algunas tan jóvenes como de 13 años, quedaron embarazadas en cautiverio y han dado a luz sin ningún cuidado médico o incluso la bondad de sus compañeros reclusos.

Muchos niños que han sido asociados con grupos armados mantienen su experiencia en secreto porque temen la estigmatización e incluso las represalias violentas de su comunidad. También existe un enorme estigma asociado con la violencia sexual en las sociedades muy tradicionales de las que provienen las niñas. Además, los miembros de sus comunidades, e incluso a veces sus familias, temen que las chicas hayan sido adoctrinadas por Boko Haram y que representen una amenaza para sus comunidades.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha denunciado que más de un millar de niños han sido secuestrados por las guerrillas desde entonces. Más de un millar de relatos de horror que recuerdan varias mujeres que ahora residen en campos de desplazados como el que existe en Maiduguri, en el noreste del país.

ZARA, 31 AÑOS

"Hace tres años en Bama, un martes por la mañana, Boko Haram irrumpió en nuestro pueblo. Huí con mi familia a un pueblo cercano, pero Boko Haram nos encontró, dijeron que estaríamos a salvo y que no nos harían daño. Durante este tiempo, mi esposo se escondió dentro de la casa, tengo cuatro hijos y todos estábamos escondiendo a mi marido. Estuvo allí una semana. Lo encontraron y lo mataron en mi presencia. Luego se llevaron a mis hijos. Aún no sé dónde están. Dijeron que me casarían".

"Después de que me secuestraron y se casaron conmigo, me quedé con ellos durante dos años. Un día llegó el Ejército. Estaba embarazada de siete meses y me llevaron a este campamento. Yo dí a luz aquí".

"Dejo todo a Dios, esto es lo que Dios ha entregado para mí. Perdí todo, mis cuatro hijos. Esto es todo lo que tengo. Estoy feliz de tener a Fátima".

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ESTHER, 19 AÑOS

"Cuando Boko Haram invadió Gwoza, estaba enferma en mi casa. Intenté huir, pero me dispararon, me atraparon y me llevaron con algunas niñas y niños pequeños. Nos llevaron a Goshe y me dieron algunas drogas Estábamos todas encerradas en una habitación, todas chicas. Entró el emir, el mismo que tenía a las chicas de Chibok".

"Seis meses después, estaba casada y embarazada de casi dos meses. Dos grupos (de combatientes de Boko Haram) comenzaron a pelear entre sí. Pudimos escapar. Ahora tengo a Becky, le di a luz en Joss. La gente siempre dice que estoy teniendo el bebé de Boko Haram, pero no me importa. No saben lo que están diciendo. Para mí es el destino. Ahora soy libre".

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DADA, 15 AÑOS

"Me han llamado esposa de Boko Haram, pero esas personas no conocen a Dios. Husseina es mi hija, no me importa lo que digan, yo la amo. Me gusta hablar con ella, me gusta jugar con ella y quiero que vaya a la escuela".

"Necesita comida y ropa. Creo que es importante demostrar mi amor y hacerla sonreír. Quiero que tenga éxito en la vida".

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KALTUME, 25 AÑOS

"Boko Haram invadió mi ciudad un fatídico día hace unos tres años. Cuando entraron, mataron a mi padre, mataron a mi marido y me llevaron a un pueblo cerca de un campamento. Estaba embarazada cuando me llevaron, di a luz en la montaña. (Boko Haram) jugaba con Usman y quería que me casara con ellos".

"Estuve allí un tiempo, fue horrible, así que una noche decidí escaparme. Pasé dos días corriendo por el monte. Usman llora mucho, me hace pensar en su padre. Siempre pienso en él. Nunca le olvidaré. Quiero comida para Usman, quiero llevarlo a la escuela y tener ropa para él".

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FATIMA, 22 AÑOS

"Aisha era muy pequeña cuando llegamos aquí, solo tenía 40 días. Boko Haram invadió nuestra ciudad, ese día nos secuestraron a muchos de nosotros. Nos tuvieron en Damasak durante tres meses y luego nos llevaron a la selva. Un hombre me eligió a mí, estuvo conmigo ocho meses".

"Cinco de nosotras escapamos una tarde y mientras corríamos nos encontramos a un hombre con una camioneta. Nos llevó a un pueblo y pudimos encontrar transporte a Maiduguri. Logré encontrar a mi padre aquí. Sobre mi tiempo con Boko Haram, (mi padre) me dice que era la voluntad de Dios, no hay nada que podamos hacer, excepto aceptar nuestro destino. Le gusta jugar con Aisha, todos jugamos juntos".

"Amo a mi hija. Me duele mucho escuchar cuando las personas dicen cosas sobre mí, sobre mi tiempo con Boko Haram. Alguien vino a casarse conmigo, conoció a mi familia e hizo todo los trámites para planear el matrimonio, pero luego la gente le contó que mi bebé era de Boko Haram. Nunca regresó. La gente debería dejar de decir toda esta basura. Dios les puede poner a prueba en cualquier momento".    

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ZANIEB, 23 AÑOS

"Estaba en Gwoza cuando vinieron. Boko Haram entró en la localidad y mató a mi esposo. Les pregunté cómo podría casarme con ellos después de matar al amor de mi vida. Nos azotaron a mi madre y a mí. Después de un tiempo me llevaron a un pequeño pueblo donde me quedé con el hombre con el que me obligaron a casarme durante cuatro meses. Después de ese tiempo quedé embarazada, pero logré escapar".

"Las personas nos asocian con Boko Haram, pero amo a Abdulai. Sacrificaría mi vida por él. Le encanta jugar y nunca llora, pero sin comida suficiente siempre está enfermo. Espero, deseo y rezo para que su vida importe".  

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