KABUL, 13 Dic. (Reuters/EP) -
Al menos 21 personas han muerto en una nueva jornada de violencia islamista perpetrada por los grupos talibán de Afganistán. Se trata de una demostración de fuerza ante la retirada de tropas de los países extranjeros que luchan contra el islamismo afgano.
Durante la noche del viernes al sábado se perpetró un atentado contra militares en la base aérea de Bagram, que pertenece a la OTAN. Dos soldados estadounidenses han muerto en el ataque.
A mediodía (primera hora de la mañana en horario peninsular español) ha tenido lugar un atentado suicida contra un autobús del Ministerio de Defensa. En el ataque han muerto seis miembros del personal militar. Además, otras catorce personas han resultado heridas, algunas de ellas civiles.
Paralelamente, doce artificieros han sido asesinados en un ataque perpetrado por un grupo de talibán cerca de la antigua base británica de Camp Bastion, controlada en la actualidad por el Gobierno de Afganistán. En el ataque han muerto también cuatro talibán.
Por último, el jefe de secretaría del Tribunal Supremo de Afganistán, Atiqulá Raoufi, ha sido asesinado en un atentado reivindicado por los talibán. Raoufi ha sido tiroteado cuando salía de su casa para ir a trabajar.
El pasado 26 de octubre, Estados Unidos y Reino Unido se comprometieron a retirar sus últimas tropas antes de que empiece 2015. Los atentados constituyen una demostración de fuerza por parte de la insurgencia talibán dos semanas antes de que acabe el año como protesta contra las potencias extranjeras que han tomado parte en el conflicto.
