La menstruación, un tabú que deja sin escuela a miles de niñas en Uganda

Un niño ayuda a niñas a fabricar compresas en un taller de Plan International
PLAN INTERNATIONAL
Actualizado: lunes, 28 mayo 2018 14:34

MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -

La menstruación sigue siendo un tabú en muchos países, lo que priva a las niñas de una información fundamental para sus vidas y genera una serie de prejuicios que empuja a que estas opten por no ir a la escuela durante los días que dura su periodo, con el impacto que ello tiene en su educación. Uganda es uno de estos países.

"Según las estadísticas del Gobierno, solo la mitad de las niñas (57 por ciento) completan la educación primaria en Uganda", explica Rashid Javed, director nacional de Plan International Uganda. "Si bien las razones son muchas y variadas, está claro que la menstruación juega un papel importante", reconoce.

Con motivo del Día Internacional de la Higiene Menstrual, la ONG ha llamado la atención de que la falta de higiene y privacidad en los colegios, sumado a la vergüenza que les produce a las niñas y jóvenes el sangrado, hacen que en países como Uganda las chicas pierdan entre uno y tres días de escuela por tener el periodo cada mes.

Según explica Plan International, los costes que suponen las compresas y otros materiales higiénico-sanitarios ahogan a las familias, lo que hace que las niñas dejen de ir a la escuela a partir de las primeras menstruaciones y que aumente su probabilidad de acabar en matrimonios tempranos.

"El matrimonio infantil forzado es una grave violación de los Derechos Humanos, que condena a las niñas a una situación de pobreza y las pone en riesgo de padecer enfermedades y ser víctimas de la violencia", denuncia por su parte la directora de Incidencia Política de Plan International, Emilia Sánchez.

La ONG colabora con distintas comunidades para acabar con los prejuicios sobre la menstruación y evitar así que más niñas tengan que dejar de ir a la escuela. Así, por ejemplo, ha construido retretes con puertas para que las chicas tengan privacidad, provistos de agua y jabón para mejorar las condiciones de higiene de las jóvenes, una iniciativa de la que se han beneficiado 191 escuelas de Uganda.

En Kamuli, por ejemplo, la ONG está impartiendo charlas informativas sobre la menstruación y talleres para que los niños y niñas fabriquen compresas reutilizables juntos. "Cuando tuve mi primer periodo no sabía lo que era la menstruación, tenía miedo de contárselo a alguien. Ahora sé que es algo normal", cuenta una de las niñas.

Para las jóvenes que participan en este proyecto, las compresas no son solo una necesidad sanitaria e higiénica, sino que también representan su libertad puesto que les permiten permanecer en la escuela más tiempo y continuar hacia la educación secundaria, lo que les permite tener un futuro mejor y prevenir el matrimonio infantil.

Además, ayuda a cambiar la actitud de los compañeros varones hacia las chicas que tienen el periodo. "George antes se reía de sus compañeras de clase cuando tenían el ciclo menstrual, sobre todo cuando las niñas manchaban la falda del uniforme, pero ahora ha cambiado su actitud", cuenta Audrey, una profesora en uno de los colegios del proyecto.

Plan International defiende que "la mejora de la salud y la higiene menstrual es fundamental para hacer avanzar la educación de las niñas en los países en desarrollo, asegurar la salud física y psicológica de mujeres y niñas, fortalecer la economía creando oportunidades de trabajo y puestos locales, proteger el medio ambiente y conseguir el cumplimiento de los Derechos Humanos".

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