BENGAZHI (LIBIA), 20 Oct. (Reuters/EP) -
El Parlamento electo de Libia ha anunciado este lunes una alianza formal con el exgeneral Jalifa Haftar, mientras lucha por reafirmar su autoridad en el país ante una temida guerra civil.
Una facción sitió Trípoli y estableció su propio Parlamento y Gobierno en la capital, por lo que el Ejecutivo electo y reconocido por la comunidad internacional tuvo que trasladarse a Tobruk, en el este del país.
Jalifa Haftar, exgeneral durante la dictadura de Gadafi, es uno de los comandantes de las fuerzas irregulares que piden una intervención armada en el país. La semana pasada, sus tropas lanzaron una nueva ofensiva contra las milicias islamistas en el este de la ciudad de Benghazi.
La Cámara de Representantes ha respaldado la 'Operación Dignidad' de Haftar contra los islamistas y le han otorgado un puesto oficial, según ha confirmado el portavoz del parlamento, Farraj Hashem. "La 'Operación Dignidad' es dirigir a los oficiales y a los soldados del Ejército libio; es una operación del Ejército libio", ha añadido.
La decisión choca con las llamadas de la Cámara de Representantes que ha pedido el desarme de las milicias en repetidas ocasiones para ayudar a restaurar el orden y reconstruir el país. El respaldo a Haftar también podría empeorar el conflicto entre la Cámara de Representantes, aliada del Gobierno del primer ministro Abdulá al Thinni, y los nuevos gobernantes de Trípoli.
La facción de Misrata ha acusado a Haftar de ser un discípulo de Gadafi que está intentando establecer una contrarrevolución con otros oficiales del antiguo régimen. Haftar ayudó a Gadafi a hacerse con el poder en 1969.
Las potencias occidentales y los vecinos árabes de Libia temen que el conflicto arrastre al país hacia una sangrienta guerra civil. El mes pasado, Naciones Unidas inició las conversaciones entre la Cámara de Representantes y los miembros electos de Misrata que habían boicoteado el Parlamento y que se habían unido a la asamblea rival en Trípoli.
