La Policía dispersa por la fuerza a unos 250 manifestantes concentrados ante el campo petrolero de Zubair

Las fuerzas de seguridad iraquíes en la protesta en el campo de Zubair
REUTERS / ESSAM AL SUDANI
Actualizado: martes, 17 julio 2018 13:04

BASORA (IRAK), 17 Jul. (Reuters/EP) -

Agentes de la Policía iraquí han dispersado empleando mangueras de agua y porras a unos 250 manifestantes concentrados para protestar ante la puerta principal del campo petrolero de Zubair, cerca de Basora, una movilización que llega en medio del malestar de los iraquíes en el sur del país por el mal funcionamiento y desarrollo de los servicios públicos.

Desde que las protestas comenzaron hace unos nueve días, los manifestantes han atacado edificios, sedes de partidos políticos y cuarteles de poderosas milicias chiíes y han llegado a invadir el aeropuerto internacional de la ciudad santa de Nayaf.

Fuentes del sector industrial y responsables gubernamentales han dicho que las manifestaciones no han afectado a la producción de Zubair, gestionado por la compañía italiana Eni, ni a la de otros dos campos petroleros, el de Rumaila, explotado por BP, y el de Qurna Oeste, operado por Lukoil.

Muchos iraquíes se quejan de que las autoridades que gestionan el país no están repartiendo adecuadamente los beneficios generados por el petróleo. Algunos manifestantes denuncian que trabajadores extranjeros les roban el empleo en el sector petrolero. Desde que comenzaron las manifestaciones han muerto tres manifestantes, uno de ellos en una protesta en el campo de Qurna Oeste 2.

"Nosotros los ciudadanos de Basora hemos escuchado hablar del petróleo iraquí y los enormes ingresos que genera pero nunca hemos disfrutado sus beneficios", ha explicado Esam Jabbar, un joven manifestante de unos 24 años de edad.

"Los extranjeros tienen trabajos decentes en nuestros campos petroleros y nosotros no tenemos dinero para pagar un cigarro. Eso está mal y debe terminarse", ha afirmado Jabbar, que está sin empleo.

Irak es el segundo mayor productor de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tras Arabia Saudí. Las exportaciones de crudo representan el 95 por ciento de los ingresos estatales y las interrupciones del suministro tienen graves consecuencias en una economía que todavía necesita miles de millones de dólares para recuperarse tras la guerra de tres años librada contra los milicianos del grupo terrorista Estado Islámico.

La prolongada inestabilidad en el sur de Irak podría acabar desencadenando una subida global de los precios del crudo. La producción en el campo de Zubair se situó en mayo en unos 475.000 barriles por día.

Irak ha exportado en julio una media de 3.566 millones de barriles de crudo al día desde sus campos del sur, según responsables del sector industrial, unos niveles que confirman que los problemas de las últimas fechas no han provocado interrupciones en el suministro en la región.

Los manifestantes, a pesar de las altas temperaturas, han mantenido sus protestas y no han mostrado signos de querer retirarse. "Teníamos órdenes de no usar munición real pero también tenemos órdenes de no permitir que nadie interrumpa las operaciones en los campos petroleros y adoptaremos las medidas necesarias para mantener a los manifestantes alejados de los campos", ha explicado un policía en el lugar de las protestas.

Ya ha habido manifestaciones en fechas anteriores en la región por motivos similares pero en esta ocasión son más generalizadas y tienen más carga política. El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, está intentando garantizarse un segundo mandato tras las elecciones parlamentarias del 12 de mayo, marcadas por las acusaciones de corrupción.

Los líderes políticos están intentando cerrar un gobierno de coalición sin haber alcanzado todavía un pacto. El clérigo chií Moqtada al Sader, cuya facción política ganó las elecciones, se encuentra ahora en una posición de fuerza para tratar de determinar quién será el nuevo jefe del Gobierno.

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